Publicado: noviembre 20, 2025, 10:30 am
El ministro de Exteriores de Irán, Abbas Araqchi, ha anunciado este jueves que el acuerdo alcanzado en septiembre en Egipto con el Organismo Internacional para la Energía Atómica (OIEA) «se considera oficialmente finalizado» a raíz de la resolución aprobada horas antes por la Junta de Gobernadores del organismo reclamando a Teherán que informe «sin más retrasos» sobre el estatus de la cantidad de uranio enriquecido que tiene almacenado y las instalaciones nucleares bombardeadas durante la ofensiva lanzada en junio por Israel, a la que posteriormente se sumó Estados Unidos. Araqchi ha indicado que considera que el acuerdo, destinado a retomar parcialmente la cooperación tras la citada ofensiva, se da por terminado por la resolución, que considera «ilegal y políticamente motivada», una decisión que ha sido ya notificada al director general del OIEA, Rafael Grossi, según ha recogido la agencia iraní de noticias Tasnim. Ha resaltado que esta decisión del organismo internacional ignora la «buena voluntad» mostrada por Teherán y socava «la credibilidad e independencia» del OIEA, antes de sostener que el citado acuerdo de El Cairo ya perdió «su base práctica» por la decisión del E3 –Reino Unido, Francia y Alemania– de reactivar el ‘snapback’ para reimponer las sanciones de Naciones Unidas suspendidas tras el acuerdo nuclear de 2015. La resolución aprobada por la Junta de Gobernadores, facilitada a Europa Press por un portavoz del organismo, pide a Irán que cumpla «totalmente y sin más retrasos» con sus obligaciones legales bajo las resoluciones del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas y extienda una «cooperación total y rápida con el OIEA» , incluida la información sobre sus reservas de uranio y el acceso de inspectores de la agencia a estos lugares. «Irán debe cumplir totalmente y sin reservas con el Acuerdo de Salvaguardas del Tratado de No Proliferación Nuclear (TNP)», apunta el documento, que reclama a Teherán que facilite al OIEA «información precisa» sobre la contabilidad del material nuclear y las instalaciones nucleares protegidas en Irán y otorgue «todo el acceso necesario» para verificar dicha información. Así, solicita a Irán que actúe «estrictamente en línea» con las cláusulas del Protocolo Adicional firmado el 18 de diciembre de 2003 y que aplique «totalmente y sin retrasos esta medida» , al tiempo que vuelve a poner en su agenda el asunto sobre la aplicación por parte de Irán del Acuerdo de Salvaguardas y las cláusulas relevantes de las resoluciones del Consejo de Seguridad de la ONU. La ofensiva fue lanzada en medio de los contactos entre Washington y Teherán para intentar alcanzar un nuevo acuerdo nuclear –tras el colapso del firmado en 2015 por la decisión de Estados Unidos de retirarse unilateralmente en 2018 durante el primer mandato de Donald Trump–, esfuerzos que han quedado suspendidos a raíz del conflicto, en el que las fuerzas iraníes lanzaron cientos de misiles y drones contra territorio de Israel. Irán firmó en septiembre un nuevo acuerdo de cooperación con el OIEA tras el deterioro de los lazos a causa de la ofensiva de Israel, si bien la decisión del conocido como E3 días después volvió a tensar las relaciones. Grossi pidió este miércoles a Teherán acceso a las instalaciones nucleares bombardeadas y sostuvo que «no sería lógico» que la eventual aprobación de la resolución provocara «una menor cooperación».
