El mundo espera en vilo el inicio del segundo mandato de Donald Trump, que será investido este lunes presidente de EE UU en una ceremonia que, debido al frío extremo de Washington, no tendrá lugar al aire libre, sino que se llevará a cabo en el interior del Capitolio. De este modo, Trump, obsesionado con las grandes multitudes, se quedará sin la ya tradicional fotografía de la jura del cargo frente a cientos de miles de personas congregadas en la Explanada Nacional. No obstante, el magnate sí disfrutó de un baño de masas este domingo en un mitin en Washington, en el que prometió que con su llegada a la Casa Blanca «caerá el telón de la decadencia estadounidense».