Publicado: marzo 12, 2025, 2:00 am
Las expectativas de los inversionistas en los mercados emergentes se mantienen moderadas en medio de las condiciones internas de los países y la incertidumbre mundial, advirtieron expertos del Banco de Pagos Internacionales (BIS, por su sigla en inglés).
“Los factores adversos parecen cobrar fuerza debido a la pausa en la trayectoria de flexibilización de la Reserva Federal, la incertidumbre con respecto a la política comercial estadounidense y la persistente crisis de la economía china”, señalaron.
Al interior del Informe trimestral del BIS, que retrata y analiza la situación del periodo que cubre del 2 de diciembre al 28 de febrero, tomaron los resultados de encuestas guiadas por instituciones financieras privadas para advertir que en ese momento los analistas no esperaban que el crecimiento de las economías avanzadas alcanzaría al de Estados Unidos en un futuro cercano.
“Sorprendentemente, el crecimiento en la mayoría de las economías avanzadas en general ha sido inferior al de la economía estadounidense durante el periodo posterior a la pandemia”, subrayaron.
De acuerdo con información del Fondo Monetario Internacional (FMI), Estados Unidos creció a una tasa de 2.9% en el 2024 que contrasta con 1.7% promedio del resto de las economías avanzadas. Lo mismo en el 2024, cuando la primera economía del mundo registró un avance de 2.8% contra 1.7% promedio en sus pares avanzados.
Estas perspectivas están cambiando para Estados Unidos a partir de la intención del gobierno de aquel país de aplicar una serie de políticas comerciales que incluyen el cobro de aranceles a sus socios comerciales, lo que en el peor de los casos puede conducir a aquella economía a registrar una recesión.
Volatilidad y debilitamiento de confianza
Explicaron que la volatilidad se disparó a raíz de la reunión del Comité Federal de Mercado Abierto (FOMC, por su sigla en inglés) de diciembre, ante el deterioro de la confianza y el debilitamiento de las señales de crecimiento económico de las principales economías.
Destacaron que “los cambios en las políticas que afectan al comercio, como los aranceles, así como una apreciación adicional del dólar ejercerán una presión adicional sobre la capacidad de pago de las emergentes”.
En el análisis, resaltaron que las decisiones de los bancos centrales reflejan las diversas condiciones internas, por lo que destacaron la posición de las instituciones monetarias de América Latina que continuaron la reducción de tasas, avanzando el ciclo de flexibilización, con excepción de Brasil.
La tasa nominal de Brasil está en 13.25% tras un incremento de 270 puntos base en cuatro alzas consecutivas aplicadas desde septiembre del año pasado, que echaron para atrás la trayectoria de flexibilización que inició en agosto del 2023 y que sostuvo durante siete anuncios en ocho meses.
Banco de México, en cambio, ha completado un recorte de 175 puntos base en la tasa desde el 21 de marzo del año pasado, cuando inició el ciclo de flexibilización de su política monetaria en busca de calibrar la restricción requerida para una inflación que se ha desacelerado. Así, llevó la tasa de 11.25 a 9.50% en seis movimientos en 10 meses.
El BIS es el organismo financiero internacional más antiguo del mundo, cuya operación inició en 1930. Ayuda a los bancos centrales afiliados en operaciones de tipo financiero, de ahí su reconocimiento mundial como “el banco de los bancos centrales”. Es liderado por el mexicano Agustín Carstens desde diciembre del 2017 y está integrado por 60 bancos centrales, incluido el Banco de México.