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Incertidumbre

Publicado: marzo 10, 2025, 5:00 am

Vivimos en un mundo en el cual hay una constante: la incertidumbre. Prácticamente todas las decisiones que toman los agentes económicos se hacen en un entorno en el cual no se tiene certeza sobre la evolución que tendrán, en el horizonte de tiempo relevante, algunas de las variables que son relevantes para determinar el resultado de la decisión que se haya tomado.

Para las familias, adversas al riesgo, son tres los principales escenarios en los cuales la incertidumbre juega un papel importante. El primero es la decisión de elección de una pareja para la conformación de un hogar, en donde el noviazgo no es más que un proceso en el cual ambos jugadores obtienen información de la contraparte; si se percibe que hay la suficiente compatibilidad y complementariedad, se puede tomar la decisión de formar un hogar. Aquí un elemento de incertidumbre se debe a que, durante el noviazgo, los jugadores tratarán de no divulgar aquella información negativa que reduzca su valor; si esta se revela después de la conformación del hogar, cuando los costos de salida de la relación ya son más elevados, el desenlace es diferente que si se hubiese revelado con anterioridad.

El segundo está relacionado con la adquisición de bienes de consumo duradero (casas, automóviles, muebles, ropa), sobre todo si estas se hacen con crédito. Aquí hay dos factores de incertidumbre en juego: a) sobre los flujos futuros de ingreso laboral que permitan cubrir la amortización y los intereses de la deuda, que a su vez depende de la probabilidad de mantener la fuente de ese ingreso, y b) sobre la evolución de la tasa de interés, lo cual es relevante si el crédito se contrató a tasa variable.

El tercero es sobre la probabilidad de contraer una enfermedad o sufrir un accidente. En estos casos, el costo de tales eventos se puede cubrir, parcialmente, con la contratación de un seguro. No tenerlo puede derivar en un escenario catastrófico sobre la riqueza familiar (como lo han experimentado aquellas familias que se vieron afectadas por la errónea decisión de López de cancelar el Seguro Popular y el FONDEN).

Para las empresas hay, principalmente, dos decisiones en donde la incertidumbre juega un papel importante. La primera concierne a los contratos firmados con un proveedor o un cliente. En este caso, hay cierto grado de incertidumbre sobre si la contraparte cumplirá en tiempo y forma con las cláusulas del contrato, ya que, si llegase a no hacerlo, le impondría al afectado una pérdida. Los costos de incumplimiento se pueden disminuir si ambos contratantes tienen la certeza de que, en caso de incumplimiento por una de las partes, podrán acudir ante un poder judicial independiente e imparcial que obligue a la parte violatoria a cumplir con el contrato o adjudicar a la parte afectada las garantías que se hayan establecido en el contrato. Si no hay un poder judicial que sea independiente e imparcial, como sucederá en México próximamente con la aberrante reforma judicial, se tendrá el incentivo de entrar en un contrato solo con aquellas contrapartes a las que se les juzgue como “morales”, aunque no sean el mejor proveedor o cliente, además de que esto inhibe la inversión.

La segunda está relacionada con las decisiones de inversión. Aquí la incertidumbre, además de lo expuesto en el párrafo anterior, es sobre el valor real de los flujos futuros netos de ingreso, así como la evolución que tendrá la tasa real de interés, todos ellos determinantes del valor presente neto del proyecto. La empresa puede cubrir parcialmente ciertos eventos adversos sobre el precio de venta del bien producido y los costos de algún insumo, así como sobre las tasas de interés y el tipo de cambio, utilizando, en caso de existir, los derivados financieros (futuros y opciones).

Para las empresas, otro factor importante por su relevancia es la certeza sobre las reglas del juego. Si las empresas se encuentran en un escenario en el cual estas pueden cambiar arbitrariamente, la inversión será menor, ya que incrementa la incertidumbre sobre el valor presente neto del proyecto. En México nos enfrentamos en la actualidad a dos de estas eventualidades. Primero, un gobierno que no le otorga valor a la certeza jurídica y que puede, sin mayor traba, cambiar la Constitución y las leyes que afecten los derechos privados de propiedad (lo del Infonavit es una probadita de lo que puede venir). El segundo es la incertidumbre sobre las decisiones que tomará Trump, jugando con la espada de Damocles sobre las empresas mexicanas con los aranceles y la permanencia del T-MEC, sobre todo porque no hay un parámetro sobre el cual medir si, en su opinión, el gobierno de México está cumpliendo con el objetivo de combatir el tráfico de fentanilo, el cual, hay que ser realistas, nunca se eliminará totalmente. ¿Cuánto es aceptable para Trump? Estos dos elementos de incertidumbre sobre las reglas del juego inhibirán los flujos de inversión que observaremos al menos este año, aumentando la probabilidad de una recesión.

¿Habrá recesión? ¿Perderé mi empleo? ¿Compro una casa? ¿Invierto? ¿Cuánto, cuándo, dónde? Sepa.

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