Publicado: marzo 3, 2025, 9:15 pm
Se suele decir que, por mucho que pase el tiempo, montar en bici es algo que nunca se olvida. Esto se debe a que, al igual que cuando aprendemos a escribir o a nadar, se trata de una habilidad que adquirimos a través de la práctica. Pero, ¿qué sucede cuando alguien, como en el caso de Ibai Llanos, llega a los 30 años sin haberlo intentado seriamente nunca?
Aunque aún existe cierto estigma en torno a ello, el streamer vasco ha vuelto a desafiar las expectativas, demostrando que nunca es tarde para aprender a montar en bicicleta. Lo ha hecho, asimismo, en el día 114 de su cambio físico, un reto viral con el que ya ha perdido más de 50 kilos tras adoptar un nuevo estilo de vida y entrenar «más que nunca».
«Os tengo que confesar un secreto: no sé andar en bici», comienza diciendo el creador de contenido en su vídeo de TikTok, que ya acumula casi siete millones de visualizaciones en la plataforma. Y es que, según cuenta, sus padres nunca le enseñaron a montar en bici durante su infancia, si bien esto, a partir de ahora, «va a cambiar».
Con esta premisa, Valentín Colominas, su entrenador personal, le hace entrega de una bici para que se «familiarice» con ella, pidiéndole que ande unos metros en línea recta caminando junto a ella. «¿Esto es real?», comenta Ibai, incrédulo, a lo que Valen le espeta: «¿Has venido a aprender o a quejarte?»
Sin más preámbulos, el influencer sigue atentamente las indicaciones de su entrenador, aunque, consciente del impacto que este momento viral tendrá en redes sociales, no duda en dirigir un mensaje a sus seguidores. «Que nadie se ría en los comentarios», apunta.
Una vez comienza a encontrar el equilibrio, su entrenador da paso a la llamada «terapia de choque», en la que Ibai empieza a pedalear mientras es sujetado por detrás. «¿Sabéis cuál es el problema? Que esto me lo tendrían que haber enseñado con cinco años. Ahora es jodido, pero lo voy a hacer: soy ciclista», afirma con determinación.
A pesar de su evidente nerviosismo, el vasco logra avanzar varios metros sobre la bicicleta y dar sus primeras pedaladas. «Me he sentido como un niño», confiesa Ibai, satisfecho tras haber superado la primera fase de su desafío, no sin antes dejar abierta la posibilidad de continuar más adelante su aprendizaje, en caso de que el apoyo de sus seguidores sea positivo.
