Publicado: agosto 20, 2025, 4:00 pm
Erin amenaza este miércoles la costa de Carolina de Norte con altas olas e inundaciones, lo que provocó órdenes de evacuación obligatorias por parte de las autoridades estadounidenses ante el fortalecimiento de este huracán de categoría 2.
El estado del este del país, todavía impactado por el paso del mortal huracán Helen en 2024, declaró la emergencia este martes. Se espera que el mayor impacto de Erin se dé desde el miércoles por la noche hasta el jueves.
«De acuerdo con los pronósticos actuales, anticipamos inundaciones costeras por grandes olas, vientos con fuerza de tormenta tropical y la crecida de las aguas en la mayoría de las costas del estado, especialmente en Outer Banks, desde esta noche hasta el jueves», dijo el gobernación Josh Stein a reporteros.
Stein hizo un llamado a los residentes para que hagan caso de las advertencias locales y tengan maletas con suficiente comida, agua y suministros para cinco días.
«Ya hemos preparado tres equipos rápidos de rescate acuático y 200 tropas de la Guardia Nacional en varias zonas costeras, junto con botes, vehículos y aeronaves», agregó.
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De acuerdo con el Centro Nacional de Huracanes de Estados Unidos (NHC), Erin se encontraba a 560 kilómetros del sureste de Carolina del Norte, con vientos máximos de 175 km/h, esperándose un probable aumento de su intensidad.
En la región de Outer Banks, que ya está bajo amenaza por el incremento del nivel del mar y la erosión, podrían registrarse olas de hasta 6 metros.
Una significativa franja de la costa desde Carolina del Norte hasta el sur de Virginia y Bermuda fue declarada en vigilancia por posible tormenta tropical de baja intensidad.
Además del riesgo de inundaciones en Carolina del Norte, casi toda la costa este de Estados Unidos se encuentra bajo amenaza por fuertes aumentos de la marea.
Se ordenaron evacuaciones obligatorias para las islas de Ocracoke y Hatteras, mientras que los condados de Dare y Hyde declararon emergencias locales, de acuerdo con la oficina del gobernador Stein.
La temporada de huracanes en el Atlántico va desde el 1 de junio hasta el 30 de noviembre. A pesar de un comienzo relativamente tranquilo con solo cuatro tormentas nombradas hasta ahora, la Oficina Nacional de Administración Oceánica y Atmosférica estadounidense (NOAA) continúa vigilando una temporada «por encima de lo normal».
Científicos consideran que el cambio climático está sobrecargando los ciclones tropicales: océanos más cálidos llevan a vientos más fuertes, una atmósfera más calurosa intensifica las lluvias, y mayores niveles del mar aumentan el surgimiento de tormentas.
Además hay evidencia, aunque con menor certeza, de que el cambio climático está haciendo que haya huracanes con más frecuencia.