Publicado: agosto 16, 2025, 1:00 pm
Mantenernos activos y practicar ejercicio de manera rutinaria es una de las grandes recomendaciones de los expertos en salud, tanto física como mental. Hasta aquí, todos de acuerdo. Lo que no es tan unánime es el hecho de que sea imprescindible pasar horas en el gimnasio, con un entrenamiento extenuante, para conseguir quemar grasa. Tampoco está claro que practicar deportes de cardio sea la panacea para deshacernos de las calorías de más que ingerimos. Entrenar es una buena idea, pero movernos más en nuestro día a día es imprescindible para adelgazar.
En este sentido, el que apuesta por un estilo de vida más activo, menos sedentario, y más enfocado a aportarle energía a cada una de nuestras rutinas, el doctor Helios Pareja, profesor de la Universidad Autónoma de Madrid, y director del Grupo de Investigación Fisiología del Ejercicio y la Nutrición defiende que lo más efectivo es prestar atención a dos ejercicios concretos que pueden cambiar nuestra vida… ¡y nuestro peso!
NEAT, o cómo trabajar la termogénesis sin grandes esfuerzos
El experto en metabolismo tiene claro que lo que de verdad contribuye a que la situación cambie, y la grasa sobrante vaya desapareciendo tiene un nombre: NEAT. Semejantes siglas corresponden a ‘Non-Exercise Activity Thermogenesis’, y se refieren al fenómeno de la termogénesis que riene lugar fuera del ejercicio reglado y estructurado como tal. Lo mejor de esta propuesta NEAT es que la estamos llevando a cabo sin ser conscientes, en nuestro día a día.
Transformar el metabolismo no necesita de extenuantes sesiones de cardio, ni de carreras interminables diarias… La mayor cantidad del gasto calórico no procede del deporte que practicamos, sino de nuestras rutinas diarias, que precisan un esfuerzo físico: subir escaleras, procurar caminar mientras hablamos por el móvil, jugar con los niños activamente, pasear a paso ligero, son actividades que nos hacen quemar calorías sin que lo sepamos.
En palabras de Pareja, «si nuestro NEAT es bajo, el metabolismo nunca va a dejar de ser lento. La solución está en ser conscientes y aumentar ese NEAT para quemar grasa sin que nos cueste esfuerzo, ni necesitemos comer menos». Conseguir este objetivo es tan sencillo como intentar movernos más en vez de buscar ‘la comodidad’. Nuestro metabolismo y nuestra figura nos lo agradecerán, además de la sensibilidad a la insulina, la masa muscular y la eficiencia para aprovechar el aporte energético.
Sumar entrenamiento de fuerza multiplica el gasto calórico
Además de apostar por un sueño reparador y el control de lo que comemos (no con alimentos prohibidos y permitidos, sino observando lo que necesitamos realmente), el doctor e investigador sugiere añadir al NEAT ejercicios de fuerza: «Los entrenamientos llamados de fuerza van a aumentar el gasto calórico incluso cuando permanecemos en reposo. Al practicar ejercicios de este tipo, estaremos construyendo músculo, quemando calorías y grasa, y acelerando nuestro metabolismo para que sea más eficiente».
Según sus propias palabras, «si te mueves más, entrenas algo de fuerza y comes mejor, vas a quemar mucha más grasa que si corres 10 kilómetros cada día». Los ejercicios de fuerza ofrecen numerosos beneficios para la salud física y mental. También pueden ayudar en la prevención de lesiones y mejorar la postura y el equilibrio. Por lo tanto, combinarlos con un NEAT diario y consciente sólo traerá ventajas al metabolismo.