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Hay que fortalecer la marca de nuestro cine: Daniela Alatorre

Publicado: febrero 11, 2025, 2:00 am

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¿Qué implicaciones hay para el cine mexicano sobre la nueva dinámica de relación comercial entre los gobiernos de México y Estados Unidos? Con la postura arancelaria del presidente Donald Trump, ¿será viable una renegociación justa del Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC)? Y, sobre todo, ¿habrá oportunidad de incluir al cine dentro de las prioridades a negociar?

Uno de los puntos en dicho acuerdo comercial entre los países de América del Norte con implicaciones sobre el cine mexicano yace en el Capítulo 15, Comercio Transfronterizo de Servicios, donde se especifica que “los exhibidores reservarán el 10 por ciento del tiempo total de exhibición a la proyección de películas nacionales”.

Lo anterior obliga, no sólo en este tratado sino desde la gestación del TLCAN en 1994, a los cines comerciales a reservar un máximo del 10%, no más, del tiempo en pantalla para las producciones nacionales y ponderar las cintas importadas sobre todo desde la meca del cine en el país vecino, lo cual no es poca cosa, considerando que, de acuerdo con la Cámara Nacional de la Industria Cinematográfica (Canacine), hoy en día México es el cuarto país con mayor asistencia mundial y el noveno que genera más ingresos.

Lo anterior, desde los años 90 comenzó a distanciar la posibilidad de acceso al cine mexicano para las audiencias de los complejos cinematográficos, hasta finalmente tener una ventana mínima y aún más para las cintas independientes.

Pero éste es solamente un punto de referencia sobre todas las implicaciones en el cine a partir de una estrecha relación comercial, cultural, laboral y tecnológica en esta forma de expresión artística y también fuente no desdeñable de importantes activos económicos.

Pero, de nuevo, ¿habrá oportunidad de proponer un replanteamiento en este rubro frente a la administración Trump?

El tratado fue roto unilateralmente

El Economista conversa con la productora, gestora cultural y actual directora del Instituto Mexicano de Cinematografía (Imcine), Daniela Alatorre, sobre el planteamiento antes mencionado y perspectivas adyacentes sobre el panorama actual del cine nacional.

“La realidad en este momento es que (el T-MEC) es un tratado que, de manera deliberada, fue roto unilateralmente por el gobierno de Estados Unidos hace una semana y estamos en una situación en la que la prioridad del país es entender qué quiere decir el tema de los aranceles”, comenta la directora del Imcine sobre las implicaciones de la postura del actual gobierno de los Estados Unidos.

De haber una imposición desde el país vecino después del mes de plazo sin modificaciones arancelarias, comenda Alatorre, “entonces en un año no vamos a estar renegociando un T-MEC (…) Entiendo perfectamente y he escuchado muchas veces la preocupación de la comunidad sobre el cine como excepción cultural, del porcentaje de cine mexicano en pantallas; no somos ajenas a estas preocupaciones, pero la realidad es que sería muy aventurado de mi parte, en un momento como éste, tan delicado, adelantarme a saber dónde vamos a estar paradas en el momento de renegociaciones o si vamos siquiera a tener una T-MEC. Sería irresponsable adelantarme. Ahora mismo, la prioridad del país es el tema de los aranceles”.

Sin embargo, coincide, hay mucho trabajo por hacer de manera interna para fortalecer la industria del audiovisual que, de acuerdo con el Anuario Estadístico del Cine Mexicano, durante 2022 generó casi 20 millones de empleos, aportó un valor total de 15,958 millones de pesos, lo que representó el 0.06% del PIB de la economía nacional. Está convencida de que, con una economía cinematográfica fuerte, será más factible de proyectar y para la cual alcanzar buenas negociaciones hacia el exterior.

“Mi experiencia de 20 años en distintos ámbitos del cine, desde la programación, como productora general de un festival de cine (fue programadora del FICM), como productora de películas con circuitos de exhibición, entiendo es una industria que genera una derrama económica y empleos y que hay que entender el tema de inversión extranjera y de la industria, pero que el cine también es un reflejo de la cultura y es un espejo, es parte de la forma en cómo escribimos nuestra historia. Ahora, en el tema de la exhibición también el mundo está cambiando de una manera acelerada”, razona.

Los públicos del futuro

Por supuesto que hay que pensar en la exhibición en salas comerciales, sin embargo, revira la funcionaria, hay que fortalecer los circuitos de exhibición independiente, situación que el Imcine atiende actualmente con el incremento presupuestal de sus distintos apoyos, incluyendo los de exhibición y distribución.

“La otra parte igual de relevante en esto es que hay que posicionar y fortalecer la marca de nuestro cine, pero además una marca que puede pensarse como parte del proceso de educación artística, que es el proyecto prioritario de la Secretaría de Cultura”.

Esta marca, a todas luces dual, como el sello de una industria fundamental pero también como parte de la obligación del Estado de garantizar el goce de los derechos culturales, debe encontrar la manera de romper las barreras que la separan de su público, que éste se identifique, que pueda acceder a toda su diversidad, que esas más de 230 películas producidas en 2023 se muestren a la proximidad, que se vean.

Para ello, dice, es necesario pensar en el “público del futuro”, y explica que el factor educativo, es decir, acercar a las escuelas de educación básica a las Cinetecas, entre otras medidas pensadas sobre la manera en que las futuras generaciones se vincularán con el séptimo arte nacional, será fundamental.

“En la medida en la que podamos dar mejores herramientas a ese público del futuro para ver nuestro cine, probablemente sus formas de consumo serán distintas”, reflexiona.

Por otro lado, este año finalmente sucedió un incremento de la disponibilidad presupuestaria sobre el instrumento fiscal Eficine, de prácticamente 115 millones de pesos adicionales, después de más de 10 años sin un aumento.

Finalmente, todas estas dimensiones, sin olvidar la regulación sobre la información que deben aportar las plataformas y la búsqueda de mayor exhibición nacional a través de estos servicios, así como la regulación laboral en el audiovisual, señala Alatorre, deberán quedar plasmadas en la próxima ley de cinematografía, cuyo anteproyecto aguarda el inicio de su proceso legislativo desde la Comisión de Cultura en el Senado.

En otras palabras, hay mucho por hacer de manera interna mientras el panorama internacional se dibuja mejor y con él, las posibilidades de negociación para beneficio de nuestra cinematografía.

Ampliaciones en los apoyos al cine en 2025

  • 10 mdp, el monto máximo para cintas de ficción y documentales
  • 12 mdp, la suma máxima para largos de animación
  • 115 mdp más para el Eficine en 2025

México en el panorama internacional:

  • 4° país con mayor asistencia a cines comerciales
  • 9ª nación con mayores ingresos en taquilla

Fuente: Canacine / Comscore

La industria del cine en México genera

(Con datos de 2022)

  • 15,958 millones de pesos
  • 18% del PIB cultural
  • 0.06% del PIB nacional
  • 19,742 puestos de trabajo ocupados

Fuente: Anuario Estadístico del Cine Mexicano (Imcine) / Inegi

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