Publicado: marzo 18, 2025, 1:30 am
El mes de enero será muy difícil de olvidar para todos los habitantes de Los Ángeles. Debido a los duros incendios que devastaron la ciudad sin control, miles de casas acabaron destruidas y cientos de personas fueron evacuadas. Todo ello sin contar con los heridos por el fuego y los muertos. Ahora, dos meses después, todavía no se tiene un balance exacto de los daños y muchos habitantes siguen sufriendo las consecuencias.
Prueba de ello ha sido la dura confesión que ha compartido la actriz Gwyneth Paltrow junto a su ginecóloga en el último capítulo de su pódcast, The Gloop. «Bebía todas las noches», ha asegurado la también modelo. Y es que, si bien sus propiedades no se vieron afectadas, lo cierto es que no podía soportar el dolor ajeno.
Ella, junto a su marido Brad Flachuk, residen en Montecito uno de los barrios más exclusivos de California, por lo que pudieron librarse de las llamas. Sin embargo, el alcohol se convirtió en una forma de «medicarse» ante la ansiedad. Algo que, con el paso del tiempo, ha podido mejorar. «Ya no bebo mucho. Tal vez tome una copa por semana», ha aclarado.
«Había noches en las que mi ansiedad no me dejaba dormir. Pensaba que significaba: ‘Oh, no vas a poder dormir porque no tienes suficiente progesterona o lo que sea’. Me despertaba y me invadía la ansiedad, algo que nunca había sentido en mi vida. Me quedaba acostada pensando en cada error que había cometido, en los sentimientos de cada persona a la que había herido, en todo lo malo, ya sabes, y me quedaba despierta como seis horas. Era una locura», ha seguido explicando.
Lo más llamativo es que el caso de Paltrow no ha sido el único. «Muchos de mis pacientes dicen lo mismo. Se dieron cuenta espontáneamente de que habían reducido el consumo de alcohol o simplemente lo habían dejado porque no valía la pena. No se recuperan de la misma manera. El alcohol permanece en nuestro organismo durante mucho más tiempo», ha destacado su doctora Mary Clare Haver.