Publicado: julio 13, 2025, 1:00 pm
El tramadol es un medicamento prescrito para calmar el dolor, puesto que produce analgesia. Este fármaco bastante común en España actúa reduciendo los efectos de las endorfinas (moléculas que intervienen en la transmisión del dolor) que se encuentran en el cerebro y en la columna vertebral. El tramadol se combina con los receptores opiáceos del cerebro y bloquea la transmisión de estímulos de dolor, provocando calma.
Sin embargo, y como sucede en otros muchos fármacos, puede interactuar de manera inconveniente si no se conocen cuáles son sus contraindicaciones y los medicamentos o sustancias que podrían empeorar la situación para la que en un principio se tomó. En este sentido, el farmacéutico Guillermo Martín publica un vídeo divulgativo en sus redes sociales, en el que advierte de los riesgos del tramadol con los antidepresivos o el alcohol.
¿Puede el Tramadol ser adictivo?
La respuesta a esta pregunta, según los expertos, es ‘sí’: el Tramadol puede ser adictivo, especialmente cuando su uso es prolongado. Pero es que, además, puede generar cierta tolerancia, que hará que su efectividad se vea reducida con el tiempo, e incluso llevar a quien lo toma a una dependencia física o psicológica.
El Tramadol es un analgésico opioide utilizado para tratar el dolor moderado a intenso. Actúa sobre el sistema nervioso central, disminuyendo la sensación de dolor al unirse a receptores opioides en el cerebro y la médula espinal. Además de su acción opioide, este medicamento también inhibe la recaptación de serotonina y noradrenalina, lo que contribuye a su efecto analgésico.
Según explica el propio experto, «el Tramadol está clasificado como un opiáceo débil que se utiliza en el dolor leve o moderado, y generalmente se recurre a él cuando medicamentos como los sainers o el paracetamol no funcionan».
Si desarrollamos tolerancia, su efectividad se reduce
Una de las preocupaciones mencionadas por Martín es la posibilidad de desarrollar tolerancia tras un uso prolongado, lo que podría reducir su efectividad y llevar a una dependencia física o psicológica. «La tolerancia significa que su efectividad, poco a poco, va siendo cada vez menor. Por eso, es imprescindible retirarlo progresivamente para evitar la abstinencia«.
Además, el Tramadol «tiene bastantes interacciones con otros medicamentos como los antidepresivos o aquellos que deprimen el sistema nervioso central como benzodiacepinas o, incluso, el consumo e alcohol», añade. De ahí, que la prescripción médica se haga imprescindible en este caso, para evitar efectos adversos innecesarios.
Estos son los efectos secundarios del Tramadol
El efecto secundario principal de este fármaco, según el farmacéutico Guillermo Martín, «son los mareos, aunque estos suelen desaparecer después de varias dosis. Otras posibilidades adversas son el estreñimiento, la sequedad de boca o la sudoración».
¿Existen posibilidades de sobredosis? A este respecto, el experto explica que «la sobredosis es poco frecuente, pero cursa con miosis, convulsiones y depresión respiratoria. Incluso, en los casos más graves, podría cursar con parada cardiorrespiratoria«.
Al tener un marcado perfil hepático, se explicaría que «el Tramadol pueda ser muy efectivo en algunas personas, mientras que en otras el efecto es más bien escaso».