Publicado: octubre 2, 2025, 11:30 pm
En alguna ocasión he mencionado este tema de pasada en este mismo espacio. Pero hoy, lo abordaré de lleno: cada vez somos más los que formamos parte de la llamada LAT Generation: Living Apart Together. ¿Qué significa? Quererse mucho (y bien), pero cada uno en su casa.
Puede parecerte una modernez, pero no lo es tanto. Según el Eurostat, alrededor del 14% de las parejas sentimentales europeas viven asÃ. Además, en paÃses como Suecia, Francia o PaÃses Bajos la tendencia del amor LAT está en auge. En España… empieza a calar. Sobre todo entre quienes, como yo, valoran tanto la compañÃa como la independencia.
Esta generación con aires de ‘moderneo’ no reniega del amor. Al contrario, lo reinventa porque ‘estar juntos’ no significa necesariamente compartir un techo y las facturas de la luz. Tú con tu cuenta de Netflix y yo con la mÃa. Tú, tus horarios y yo, los mÃos. Amor independiente, pero nunca indiferente.
¿Tiene ventajas? Cero peleas por dejar la tapa del inodoro levantada, más oxÃgeno para cada uno y la principal: vivir cada encuentro con la ilusión de una primera cita. Prefiero echar de menos que echar de más. La convivencia desgasta, la distancia oxigena y mantener la chispa es más fácil cuando no se apaga con los calcetines sudados tirados en el salón o con la eterna discusión de quién baja la basura.
En cualquier caso… ¡ojo! Porque el amor LAT no es amor en remoto. Vivir separados también exige atención, ganas de buscarse y de sumar experiencias. No se trata de verse por videollamada ni de mandar corazoncitos de buenas noches por WhatsApp. El amor necesita calle, cafés a medias, paseos con charloteo, escapadas improvisadas, festivales…
Lo importante no son los metros cuadrados compartidos, sino el espacio que le das a la otra persona para crecer juntos. La generación LAT no es el fin del amor. Es otra manera de entenderlo. Menos de cuento y más de verdad.