James Evans es un joven británico que cuando tenía 21 años se llevó la alegría de su vida: ganó el sorteo Set For Life de la lotería de Reino Unido, lo que supone un cobro de 10.000 libras (12.000 euros) al mes durante 30 años. Ahora, más de cuatro años después, cuenta cómo le ha cambiado la vida.
James trabajaba como paisajista y ahora tiene un empleo muy diferente: es instructor de esquí y con el dinero ha podido comprarse una casa y un coche nuevos, entre otras cosas.
«Aparentemente, fui el ganador más relajado que jamás haya llamado a la línea de la Lotería Nacional, pero en verdad estaba en shock, no lo había asimilado», dice en declaraciones recogidas por el Mirror.
“Estaba en una videollamada cuando se lo conté a mis amigos y todos intentaban adivinar la noticia que tenía que decirles. Después de ganar, todos los que conozco comenzaron a comprar boletos de la Lotería Nacional«, dice el joven.
«Lo que realmente me ha cambiado como persona es poder hacer cosas por los demás. Mi familia es muy importante para mí, así que he pagado para que mi madre y mi padre vinieran a esquiar conmigo a Austria, ayudé a mi hermana a comprar un coche nuevo y ayudé a mi hermano a empezar su propio negocio», dice.
«También sigo ayudando a mi padre con el negocio familiar de jardinería cuando me necesita. Siempre lo pondré en primer lugar y seguiré haciéndolo hasta que se jubile», añade el afortunado joven.
«El año pasado me involucré en la organización benéfica Canine Partners, primero para ayudar a renovar un bungalow y hacerlo accesible para usuarios de sillas de ruedas con perros«, prosigue James Evans.
«Más tarde, al conocer mi experiencia profesional como paisajista, me dijeron que querían convertir una zona cubierta de vegetación en un jardín conmemorativo para los perros que habían fallecido, un lugar al que sus dueños pudieran volver y recordar a sus perros», explica.
«Cuando me mostraron una película en la que los perros ayudaban a sus dueños, me emocioné tanto que lloré dos veces. Esa noche, no podía olvidar lo que había visto, así que pregunté si podía hacer yo mismo el jardín conmemorativo», prosigue.
«Regresé con una excavadora dos semanas después y me llevó un día limpiar el terreno. Luego, dibujé los planos, puse la estructura y fabriqué caminos de hormigón. Conocí a un par de personas en silla de ruedas y a sus perros que me dijeron que les había resultado muy positivo tener un lugar donde poder reflexionar», explica el joven.
«El trabajo me llevó poco menos de dos semanas. Fue una de las cosas más satisfactorias que he hecho en mi vida. Al ayudar a los demás, siento que les estoy transmitiendo algo de mi suerte», dice James.
A pesar de su experiencia como paisajista, el esquí siempre ha sido lo más importante para él y ahora sueña con enseñar en el extranjero. James añadió: «Me encanta esquiar y aprobé mi examen de nivel uno para convertirme en instructor de esquí el año pasado, y ahora doy clases en mi SnowDome local».
«Mi sueño sería realizar el curso completo de formación y enseñar en el extranjero. Para mí, no se trata del salario, sino de la experiencia, y realmente sería vivir el sueño», dice James.
«Ser instructor de esquí siempre fue mi plan para más adelante en la vida, pero cuando gané Set For Life pensé: ‘¿Por qué no ahora?’ Solíamos esquiar mucho en familia y trato de ir unas cuantas veces al año. Definitivamente soy más de montaña que de playa: me encantan las pistas», agrega el joven.
«Ganar Set For Life es como si me hubiera quitado un peso de encima. Recibir ese dinero en mi cuenta todos los meses nunca será una molestia, ¡y aún tengo que recibir 310 pagos más! En realidad, no jugaba mucho a la lotería antes de ganar, solo de vez en cuando. Y todo lo que hizo falta fue una línea para cambiarlo todo», concluye.