Publicado: agosto 12, 2025, 6:30 am
En diciembre de 2024, en las oscuras aguas invernales del Báltico, el petrolero Eagle S arrastró su ancla por el lecho marino durante 90 kilómetros, mientras navegaba en certera trayectoria en zigzag. Finalmente, cortó el cable eléctrico Estlink 2, una conexión crítica entre las redes eléctricas de Finlandia y Estonia, y cuatro cables de telecomunicaciones. Esto sucedía el 25 de diciembre, mientras ambas orillas del Báltico celebraban la navidad, y afectaba gravemente, tanto a la estabilidad energética regional como a la seguridad de datos y las comunicaciones estratégicas. El coste estimado de las reparaciones, que terminaron el mes pasado, fue de 60 millones de euros, según la empresa energética Fingrid. El valor de la pérdida de datos y sus implicaciones… Ver Más