Feliz aburrimiento - Venezuela
Registro  /  Login

Otro sitio más de Gerente.com


Feliz aburrimiento

Publicado: diciembre 25, 2025, 5:30 am

Todo Ok, etc. La navidad y la Navidad consagran el clímax del estrés. El estrés es sano y fuerte, y ha de tener grandes picos y algunos valles. Eso era antes, ahora no hay valles. Todo es picos. Ya no hay forma de aburrirse. Hasta la Unión Europea, que fue el paraíso del hastío, va cogiendo algo de estrés.

La Navidad es el éxito del estrés y el correr y el gastar. Siempre ha sido pero ahora, como partimos de más arriba en todo, llegamos al pico exhaustos.

Exhaustas y perjudicados. El cortisol no es el corticole, es una hormona flipante del estrés, nos sale por las ranuras de la piel, antes poros. Ya somos algo robocops. Las ranuras del server emiten cortisol a chorros, como esas llamaradas solares. Suerte que el cortisol no se aprecia a simple vista.

Tanto estrés y tanto correr y tanto comprar y devolver y volver a comprar… y dicen las estadísticas que no sube la productividad… Lo que ocurre es que la enfocamos a otras cosas… ya producen los chinos, y bien que lo hacen.

Tendríamos que reaprender a producir COSAS, como quiere Trump en su doc maestro ya olvidado de la estrategia esa de seguridad. Volver a las cosas. Entre las nostalgias imposibles está siempre producir cosas, objetos, añorados chips, ¡coches! Somos ensambladores, que ya es algo.

Además, hacer cosas quita tiempo para comprarlas, que es donde hemos depositado todo el know how de la raza siestera (otra añoranza imposible). Estas vidas nuestras plenas de cortisol son hiperproductivas pero los criterios se han estancado y buscan en categorías ya en desuso.

El comprerío de es lo nuestro. Y más y mucho antes, la principal aptitud es la búsqueda de la prenda o la peli o la serie o lo que sea. La búsqueda de la inmortalidad… cada rato centrada en una cosa, un algo.

Si será estresante la Navidad que hay ratos que ni al móvil hacemos caso: ahí está solo en el bolsillo o en su mochila, vibrando en vano en la mesa, pobre móvil, abandonado.

La navidad, que con sus periféricos dura un trimestre, incita a volver a la compra antigua, la de tocar y palpar y ¿me lo envuelves para regalo? La ancestral compra a escala humana, el fervor de las colas ante las cajas.

Y el cariño, que aflora a ratos perdidos como una lanzada de alfiler… el cariño que querríamos que nos tuvieran si consiguiéramos regalar algo acertado, con el trabajo que da pensar en ti y en qué te gusta… si hace tanto que no nos vemos y cuando nos vemos apenas nos reconocemos. No hay tiempo ni para comparar los últimos colesteroles.

Lo difícil, el lujo, quizá interior, sería el aburrimiento. Ah, qué sensaciones olvidadas, el spleen, la melancolía… la belleza de antes del selfi. No hacer nada y no tener nada que hacer, ni responder wasaps ni reenviar fotos o vídeos. He pedido a los Reyes Magos y Papá Noel (van juntos porque comparten piso) un poco de aburrimiento.

Related Articles