Publicado: julio 3, 2025, 5:30 am
Fay nació durante la guerra en Gaza. Dos de sus hermanos murieron en los ataques de Israel al enclave, y si bien sigue teniendo a uno, la suerte no sonrió ni a su familia ni a la pequeña, a la que detectaron masas cancerosas en el ojo, las cuales se trata en Jordania. «Noté masas en los ojos de mi hija, fui a más de un médico y todos me dijeron: ‘Aquí no hay tratamiento y tememos por la retina de sus ojos'», recuerda su madre, Rim Yassin, a EFE.
La devastación del sistema hospitalario y sanitario en Gaza tras los ataques indiscriminados israelíes, y el cada vez más difícil acceso de la ayuda humanitaria a la Franja, muchas madres, entre ellas la de Fay, no eran capaces de proporcionar a sus hijos comida, leche o pañales. En su desesperación, en una situación cada vez más complicada, y conforme el sufrimiento de Fay se hacía cada vez más notable, manifestado en sus constantes lloros, un médico del Hospital Al Nasr recomendó que la niña abandonara Gaza para poder ser tratada. Así, madre, hija e hijo abandonaron su lugar de origen, mientras que el padre permaneció ahí.
«Como en casa»
«Me siento como si estuviera en Gaza, no en otro país», asegura Yassin sobre su estancia en Jordania. Pero la madre no hace alusión ni a la arquitectura, ni a las calles, sino al propio pueblo jordano, «que se parece mucho al palestino en todo» y que afirma que les recibieron «con gran amor».
Yassin destaca que eligió Jordania ya que sabía que cubriría «todas sus necesidades», como la vivienda o el seguro médico, además de que el país completó la educación de su hijo a través del programa educativo del Centro Rey Hussein. Fay, actualmente, trata sus tumores en la capital del reino y espera otra operación, todo a cargo de la Fundación del Centro Oncológico Rey Hussein, una institución nacional jordana independiente, no gubernamental y sin fines de lucro, establecida en 2001 por decreto real y presidida por la princesa Ghida Talal.
Centenares de vidas
Pero como la de Fay, ha muchas historias. En el mismo hospital, Yusef, de 16 años, se trata de un tumor cerebral, que el joven achaca como una consecuencia del conflicto. Pero pese a ello, añora su país y tiene el sueño de volver a donde todavía se encuentra hermano «Echo de menos a mi hermano, quiero verlo», así como retomar su pasión por el fútbol.
«Es indescriptible, en cada segundo, mueren dos o tres personas», afirmaba Yusef y recordaba lo que está ocurriendo. Per aún estando fuera de su país, asediado por las bombas, tanto el joven, como la madre de Fay, pueden ver atisbos de su hogar en el campo de refugiados de Baqaa, donde se hospedan, «Esto es muy similar a Palestina».
El rey jordano, Abdalá II, anunció el marzo pasado una iniciativa para evacuar a 2.000 niños enfermos de la Franja a su país para que puedan recibir tratamiento. Gracias a ello, 97 niños, y varias de sus familias, han llegado huyendo de la guerra.