Publicado: diciembre 9, 2024, 11:10 am
La caída del régimen de Bashar al Assad ha llenado de incógnitas el panorama sirio. Aunque el líder de la revolución, Abu Mohamed Al Jolani, ha marcado su hoja de ruta, mostrándose de alguna manera moderado, pero exaltando, por ejemplo al régimen talibán de Afganistán, aún no está nada claro como será la Siria post-Assad. Hasta hace una semana, Siria estaba «congelada» en el conflicto: la guerra continuaba, pero relativamente estable. Este conflicto, que comenzó en 2011, supuso un antes y un después en las políticas migratorias en Europa. La guerra se intensificó rápidamente y el país se sumió en una guerra civil que obligó a millones de familias sirias a huir de sus casas. En cifras, desde 2011, más de 14 millones de sirios se han visto obligados a huir de sus hogares en busca de seguridad. Más de 7.2 millones de sirios siguen desplazados internamente en su propio país, donde el 70 por ciento de la población necesita asistencia humanitaria y el 90 por ciento vive por debajo del umbral de pobreza. Ahora, aproximadamente cinco millones de refugiados sirios viven aún en los cinco países vecinos de Siria: Turquía, Líbano, Jordania, Irak y Egipto. De esos cinco millones, 275.000 aún viven en campos de refugiados. En Europa, Alemania es el mayor país de acogida, con más de 780.000 refugiados. «Es hora de demoler todos los campos de refugiados sirios en todo el mundo», decía un ciudadano sirio residente en Suecia a Al Jazeera mientras celebraba la caída de Assad. Desde Grecia –que fue la puerta de entrada a la Unión Europea (UE) para cientos de miles de sirios que huían de la guerra civil en 2015 y 2016– hasta Suecia, el segundo país que ha recibido al mayor número de sirios en la UE después de Alemania, pasando por el Reino Unido y Francia, el domingo se celebraron manifestaciones para celebrar la caída de Al Assad, que congregaron miles de personas. En Berlín, en una gran plaza del popular barrio de Kreuzberg, unas 5.000 personas, según la policía, ondeaban banderas verdes, blancas, negras y rojas, en las que a veces se podía leer «Siria libre» o «Libertad». El grueso del número de refugiados lo ha soportado Turquía . Ahora el Gobierno de Erdogan, cumpliendo con una de sus principales promesas electorales, ha dicho que trabajará para que los inmigrantes sirios regresen a casa «sanos y salvos». Y en países de la Unión Europea ya han comenzado a tomarse las primeras medidas. Es el caso de Austria y su gobierno de extrema derecha. Las autoridades austriacas anunciaron el lunes que suspendían las solicitudes de asilo de refugiados de este país y preparaban «un programa de expulsión« . »A partir de ahora, se suspenderán todos los procedimientos en curso«, afirmó el Ministerio del Interior en un comunicado, mientras cerca de 100.000 sirios viven en Austria y miles han presentado denuncias. »La situación política en Siria ha cambiado fundamentalmente, con una repentina aceleración de los acontecimientos en los últimos días«, subrayó el Ministerio, considerando »importante reevaluar la situación« . Alemania dijo inmediatamente que suspendería las decisiones sobre las solicitudes de asilo actuales . Ante la «incertidumbre actual» , la Oficina Federal de Inmigración y Refugiados «decretó hoy la congelación de las decisiones relativas a los procedimientos de asilo en curso» de los inmigrantes sirios, afirmó Nancy Faeser en un comunicado. Lo mismo anunció el líder de los demócratas (SD, extrema derecha), asociado a la coalición gubernamental. «Fuerzas islamistas destructivas están detrás del cambio de poder» en Siria, escribió en X el líder del SD, Jimmie Akesso n, y añadió: «Las nuevas situaciones requieren nuevas evaluaciones. Por eso es importante que se reexaminen los permisos de residencia de las personas que salieron de Siria hacia Suecia». Sin embargo, en texto recogido por AFP, el ministro sueco de Migración, Johan Forssell, dijo que todavía era «demasiado pronto para sacar conclusiones» de la situación sobre el terreno. El enfoque general en Suecia sigue siendo «una política migratoria restrictiva en la que damos protección a las personas mientras la necesitan», añadió. Noruega también ha decidido suspender el examen de los expedientes de refugiados sirios, en espera de que se estabilice la situación. Volver a Siria está en la mente de muchos de estos refugiados. Sin embargo, no tienen claro cuándo podrán hacerlo. «Aún no sabemos qué va a pasar en Siria. Estamos eufóricos porque ha caído un dictador, pero lo que viene…no tenemos ni idea», dice un joven sirio por teléfono que prefiere mantenerse en el anonimato. «Los sirios que están en Turquía y Líbano no tardarán mucho en volver, pero los que estamos en Europa, de momento no se dan las condiciones. Perderíamos con la protección que contamos y además, cada uno ya ha hecho aquí su vida, así que será difícil».
