Publicado: octubre 21, 2025, 12:00 am
En medio de una reciente escalada diplomática entre Estados Unidos y Colombia, Kevin Hassett, director del National Economic Council (NEC) y uno de los asesores económicos más cercanos al presidente Donald Trump, afirmó que “por ahora” no está previsto realizar un anuncio inminente sobre la imposición de aranceles contra Colombia. La declaración adquiere relevancia en un contexto de creciente tensión bilateral, marcado por duras acusaciones de la Casa Blanca y amenazas comerciales directas que han encendido las alarmas en Bogotá.
En los últimos días, Trump ha endurecido su discurso contra el presidente Gustavo Petro, a quien acusó públicamente de ser “un líder del narcotráfico” y de no tomar medidas efectivas para frenar la producción de drogas ilícitas en el país. Como parte de esta ofensiva, Washington decidió suspender de inmediato toda ayuda económica destinada a la lucha contra el narcotráfico, calificando dichos aportes como “una estafa a largo plazo” que no ha producido resultados. En paralelo, el mandatario republicano advirtió que su gobierno planea imponer nuevos aranceles a los productos colombianos como mecanismo de presión para forzar cambios en la política antidrogas.
En ese contexto, las palabras de Hassett representan un matiz relevante en el discurso de la administración Trump. El asesor señaló que no existen planes inmediatos de anunciar medidas arancelarias, lo que sugiere que, pese a las amenazas, la Casa Blanca prefiere mantener abiertas las opciones antes de tomar decisiones que podrían escalar aún más el conflicto diplomático. Esta postura puede interpretarse como un gesto de contención, una señal de que el gobierno estadounidense espera respuestas concretas por parte de Colombia o, incluso, como un indicio de que aún se evalúan las consecuencias económicas y geopolíticas de imponer barreras comerciales a un socio estratégico.
Para Colombia, la situación representa tanto una advertencia como una oportunidad. La suspensión de la ayuda estadounidense amenaza con debilitar la capacidad del Estado en la erradicación de cultivos ilícitos y la interdicción del narcotráfico, al tiempo que la posibilidad de nuevos aranceles genera incertidumbre entre los exportadores y el sector empresarial, especialmente en productos clave como café, flores y petróleo. Sin embargo, el hecho de que no se haya anunciado ninguna medida concreta deja espacio para la negociación diplomática y para el ajuste de políticas que permitan evitar un deterioro mayor en la relación bilateral.
El mensaje de Hassett indica que la administración Trump mantiene la presión pero no cierra las puertas a una salida negociada. En medio de las acusaciones, las amenazas y la suspensión de ayudas, Estados Unidos parece optar por una estrategia de espera, evaluando los próximos pasos de Colombia antes de avanzar con medidas más drásticas. Esa pausa temporal marca un momento decisivo: la amenaza sigue latente, pero el margen para evitar un choque comercial sigue abierto.
Este conflicto marcaría un precedente en la economía del país, teniendo en cuenta que es el país norteamericano el principal socio comercial de Colombia.
Si se miran los números, al cierre del año pasado, las exportaciones a Estados Unidos le dejaron a al país 14,335 millones de dólares. Al revisarse las cifras en lo que va de año, hasta agosto las ventas a ese país representan 9,899 millones de dólares.
No obstante, justo en agosto, se vio una caída de 13.7% en las exportaciones a Estrados Unidas. Este fenómeno se vio impulsado por varios factores, el primero, la disminución de las ventas externas de petróleo, que son parte importante de los ingresos del país por exportaciones.
Nada más en agosto las exportaciones de crudo cayeron más de 32 por ciento. No obstante, el presidente de Analdex, Javier Molina, alertó que otro de los factores, es que los aranceles que implementó Donald Trump en abril comenzarían a pesar en este concepto.
Es decir, que un nuevo incremento en los impuestos que le imponga Estados Unidos a Colombia, repercutiría de forma importante en los ingresos por exportaciones de ese país. De acuerdo con los reportes históricos del Dane, son los Combustibles y aceites minerales los que lideran las exportaciones a Estados Unidos. Al cierre de 2024, por esta categoría ingresaron 5,749 millones de dólares. En los primeros ocho meses de este año, el país ha recibido 3,466 millones de dólares, solo por la venta de combustibles y derivados a Estados Unidos.