Publicado: febrero 24, 2025, 11:05 pm
Emilia Gómez Pardo es doctora en Bioquímica y Biología Molecular y máster en Nutrición y Salud por la Universidad de Barcelona, con más de tres décadas de experiencia. Desde 2018, es asesora científica en temas de prevención de la Fundación CRIS Contra el Cáncer . Además, es autora del libro ‘Más vida, menos cáncer. Todo lo que la ciencia sabe sobre cómo prevenir el cáncer y vivir más años’. -¿Hasta qué punto influye la alimentación en la prevención del cáncer? -No hay riesgo 0 ni protección al 100%, pero hay muchísima evidencia científica relacionada con el potencial de la alimentación en prevención , tratamiento y supervivencia. No es 100% robusta porque hace falta mucho conocimiento relacionado con el impacto beneficioso o perjudicial de alimentos o nutrientes específicos, pero sí suficientemente contundente como para afirmar que uno de cada 3 cánceres se podría prevenir con una buena alimentación. Cuando hablamos de alimentación saludable estamos hablando de cuestiones importantes a nivel fisiológico como que sea antiinflamatoria, que mantenga la microbiota sana , o que sea rica en antioxidantes. Cuando nos referimos a la alimentación que disminuye el riesgo de padecer un cáncer, hablamos de un patrón alimenticio mayoritariamente vegetal y poco procesado. -¿Qué alimentos deberían predominar y cuáles tendríamos que reducir ? -El mundo de los vegetales es muy amplio. No incluye solo frutas y verduras, que son la joya de la corona por su riqueza nutricional, también legumbres, cereales integrales, frutos secos, hierbas y semillas. Una alimentación mayoritariamente vegetal conlleva un consumo minoritario de productos animales. Y para prevenir, hay que priorizar el consumo de pescado azul y blanco frente a carnes; y el de carne blanca frente a carne roja y procesada. -¿Y cómo trasladamos esto al plato? -Podemos basarnos en el plato ‘oncosaludable’, que tiene su origen en el plato de Harvard. Los vegetales ocupan 3/4 del plato: la mitad, con una gran variedad de frutas y verduras ; y el otro cuarto con cerales integrales. Completa el cuarto final del plato con proteínas de calidad, ya sean vegetales, como legumbres; o animales: pescado y aves. -¿Por qué nos cuesta llevar a la práctica este patrón? -En primer lugar porque hace falta educación nutricional para saber y entender el papel que ejerce la alimentación en la salud. Puede ser nuestra principal aliada para mantenerla o nuestra enemiga para perderla. En segundo lugar, porque vivimos en un ambiente obesogénico, que contribuye al aumento de peso, al favorecer el sedentarismo e incentivar la ingesta de productos calóricos y de mala calidad nutricional como los ultraprocesados. El sobrepeso es el segundo factor, por detrás del tabaco, de riesgo de cáncer. Un patrón alimenticio basado en ultraprocesados , carne roja y carne procesada y consumo de alcohol, es un patrón muy calórico, pobre en nutrientes, oxidante y muy pobre en fibra. Y la fibra es esencial para la salud y prevención del cáncer. -Y en el tratamiento del cáncer, ¿hay ya dietas con evidencia para ayudar a curarlo? -Cada vez hay más evidencias de que es una estrategia coadyuvante de la terapia a seguir muy importante. La ciencia nos dice que con un buen estado nutricional se reducen los efectos secundarios y aumenta la eficacia de los tratamientos. Cuanto mejor nutridos lleguemos al día del diagnóstico, mejor es el pronóstico. Así que, no perdamos ocasión, día a día, comida a comida, de dar al cuerpo lo que necesita. También es importante entender que durante el tratamiento cada persona debe de ser atendida de forma personalizada, ya que la respuesta a los distintos tratamientos es muy variable y compromete, en muchas ocasiones, el alimentarse de forma correcta. -Se estima que el ejercicio podría reducir hasta un 30% el riesgo de cáncer de mama, colon, vejiga, endometrio, esófago y estómago, y reducir casi el 20% el riesgo de mortalidad específica por cáncer. -Es tan importante la actividad física como evitar el sedentarismo . Hay que moverse a diario. -Beber alcohol es un hábito socialmente aceptado, pero también un factor de riesgo de cáncer. ¿Hay dosis segura? -No hay dosis segura. Hace mucho que lo dice la OMS. El alcohol es cancerígeno , mutagénico, neurotóxico y hepatotóxico, ¿cómo va a haber consumo compatible con la salud? El 10% de los cánceres tienen que ver con el consumo de alcohol. Aumenta el riesgo de cáncer de boca, faringe, laringe, esófago, mama, hígado, estómago y colorrectal. Cuanto más consumo, más riesgo. Pero incluso el leve incrementa el riesgo. En mujeres, por ejemplo, 1 de cada 6 cánceres de mama tiene que ver con el consumo de menos de una bebida a la semana. Por tanto, la recomendación de consumo de alcohol debe ser cero.