Publicado: diciembre 17, 2025, 11:30 am
A medida que envejecemos, la función de su sistema inmunitario se deteriora. Las poblaciones de células T disminuyen y no son capaces de reaccionar con la misma rapidez a los patógenos, lo que aumenta la susceptibilidad a diversas infecciones. Para intentar superar este declive, investigadores del MIT y del Instituto Broad (EE.UU.) han descubierto una forma de programar temporalmente las células del hígado para mejorar la función de las células T. Dicha reprogramación puede compensar el declive del timo relacionado con la edad, donde normalmente se produce la maduración de las células T. El equipo de investigadores del MIT ha logrado rejuvenecer el sistema inmunitario de ratones utilizando ARN mensajero (ARNm). El tratamiento permitió aumentar el número y la diversidad de las células T, clave para defender al organismo, y mejoró la respuesta tanto a las vacunas como a la inmunoterapia contra el cáncer en animales de edad avanzada. El estudio, publicado en ‘ Nature ‘, muestra que los ratones mayores tratados con ARNm respondieron mucho mejor a la vacunación y sobrevivieron más tiempo cuando recibieron inmunoterapia frente a tumores. Según los investigadores, si esta estrategia llega a desarrollarse para su uso en humanos, podría ayudar a mantener una mejor salud a medida que envejecemos. «Si podemos restaurar algo tan esencial como el sistema inmunitario, podríamos ayudar a las personas a mantenerse libres de enfermedades durante más tiempo», afirma Feng Zhang, profesor del MIT y autor principal del estudio. El trabajo se centra en el timo, un pequeño órgano situado delante del corazón que es fundamental para la maduración de las células T . Con la edad, el timo se encoge y reduce su actividad, lo que provoca un deterioro progresivo del sistema inmunitario. A partir de los 70 años, su función es casi inexistente. En lugar de intentar regenerar el timo, el equipo optó por una estrategia diferente: crear una «fábrica» temporal dentro del organismo que imitara las señales que normalmente produce este órgano. Para ello eligieron el hígado , un órgano capaz de producir grandes cantidades de proteínas incluso en edades avanzadas y al que el ARNm puede llegar con facilidad. El equipo diseñó nanopartículas lipídicas que transportaban ARNm con instrucciones para producir tres factores clave —DLL1, FLT-3 e IL-7— esenciales para la maduración y supervivencia de las células T. Una vez inyectadas, estas partículas se acumulan en el hígado, donde las células comienzan a fabricar dichas proteínas. En ratones equivalentes a humanos de unos 50 años , el tratamiento aumentó de forma significativa la cantidad y la funcionalidad de las células T. Cuando estos animales fueron vacunados, su respuesta inmunitaria fue mucho más potente que la de los ratones no tratados. Además, el tratamiento potenció los efectos de la inmunoterapia contra el cáncer. Los ratones que recibieron ARNm junto con un fármaco inmunoterapéutico mostraron una mayor supervivencia y vivieron más tiempo que aquellos que solo recibieron el fármaco. Los investigadores comprobaron que los tres factores eran necesarios para lograr estos beneficios; ninguno funcionaba por sí solo. Ahora, el equipo planea seguir estudiando esta estrategia en otros modelos animales y analizar su impacto en otros componentes del sistema inmunitario, como las células B.
