Publicado: abril 12, 2025, 8:51 am
Los registradores de la propiedad son uno de los colectivos profesionales más admirados porque históricamente es sabido que es uno de los mejores valorados a nivel de salarios . Además, hay mucho desconocimiento sobre sus funciones específicas y está muy extendido el mito de que es un puesto cómodo y que, a la práctica, el sueldo que perciben en comparación por su trabajo es exagerado. Para acceder a estos empleos hace falta ganar una plaza específica dentro del funcionariado público y a partir de aquí, las tareas diarias de estos profesionales se centran en inscribir y dar publicidad oficial en el Registro de la Propiedad, una institución que depende del Ministerio de Justicia , todo tipo de actos y derechos relacionados con bienes. Allí entran aspectos como hipotecas, donaciones, divisiones o sentencias judiciales relacionados con viviendas pero también terrenos o fincas. Ahora, el sector acaba de ser noticia y es que esta misma semana el Boletín Oficial del Estado (BOE) acaba de publicar el nuevo convenio colectivo de los registradores de la propiedad, mercantiles y de bienes inmuebles y su personal auxiliar. El texto será vigente hasta el 31 de diciembre de 2023 y en él quedan expuestos los detalles de sus siempre rumoreados sueldos. El convenio, que es el cuarto que tiene el sector y que fue pactado a finales del año pasado entre la Asociación Profesional de Registradores (APR) y los sindicatos CSIF y SRE y incorpora novedades salariales, de teletrabajo, para garantizar los derechos de las personas LGTBI y para dotar de estabilidad ante la era digital a los registradores, que tienen cinco grupos profesionales. A nivel de salarios, el texto fija que se pretende « conservar la esencia del sistema retributivo » que había hasta ahora, es decir, con una parte fija y otra variable y se añaden como novedad que el salario fijo tendrá como punto de referencia el Salario Mínimo Interprofesional (SMI) y que, si éste no lleva a subir, se compensará con un 0,5% el sueldo con carácter retroactivo. Además en lo que atañe a salario variable, el convenio apunta que se mantendrá el sistema de participación «si bien la masa salarial de la mayor parte de los registros españoles aumentará progresivamente durante la vigencia del convenio para homogeneizarla finalmente con la del resto de las oficinas registrales». En este sentido, también se contempla reforzar la promoción promocional con algunas novedades en estos procesos. Así, en el artículo 10, quedan claros los salarios mínimos y trienios garantizados. El sueldo base incluye la parte proporcional de las pagas extraordinarias y a ellos se les que se le tiene que sumar la parte variable. En este caso, los grupos 0, I y II parten del SMI. Estos sueldos básicos actualizados (de una media de 200 o 300 más que el que contemplaba el anterior convenio, de 2020), no son ni de lejos el definitivo. Para empezar, en función de la ubicación de la oficina y también del número de clientes se cobrará más o menos. Además, hay que contemplar un plus por antigüedad, que el convenio fija por trienios en función del grupo profesional. Así, el grupo 0 suma 12 euros por trienio, mientras que el grupo V, el más alto, acumula 30 euros en el salario por trienio. Por otro lado, existe el salario variable , que es lo que acaba de incrementar la cifra final y al que solo tienen derecho los dos últimos grupos (auxiliares y oficiales), cuando existe remanente en la masa salarial. El nuevo convenio estipula el reparto de este dinero. Algunos estudios apuntaban a que el sueldo mensual de un registrador de la propiedad en España se emplazaba entre los 2.000 y 5.200 euros brutos al mes.