Publicado: julio 2, 2025, 9:30 pm
La promesa de campaña de Donald Trump de retirar progresivamente el apoyo militar a Ucrania parece estar ya en marcha. Aunque ya amagó con hacerlo hace escasos meses, no ha sido hasta este miércoles cuando Washington ha confirmado la suspensión del envío de algunas armas a Ucrania, entre las que podría haber misiles de defensa aérea, munición de artillería de precisión, misiles para cazas F-16 o incluso drones. Con las negociaciones entre Rusia y Ucrania en un punto muerto, la noticia ha sido recibida de manera muy diferente en Kiev y en Moscú. Mientras Ucrania ha alertado del peligro de esta decisión, la Federación Rusa ha celebrado la medida y asegura que hace que la invasión «se acerque a su final».
Tras conocerse la decisión a través de varios artículos de prensa publicados este martes, ha sido la Subsecretaria de prensa de la Casa Blanca, Anne Kelly, la que ha confirmado en declaraciones a la cadena de televisión CBS que esto se ha hecho «para priorizar los intereses de Estados Unidos después de que el Departamento de Defensa revisara el apoyo y la asistencia militar a otros países de todo el mundo». No obstante, Kelly ha defendido que «la fortaleza de las Fuerzas Armadas de Estados Unidos sigue siendo incuestionable». «Solo pregúntenle a Irán», ha agregado en referencia a los ataques de Washington contra tres instalaciones nucleares del país centroasiático.
Pese a ello, una fuente gubernamental citada por el canal estadounidense ha asegurado que la medida responde a la preocupación de que las reservas militares estadounidenses estén cayendo tras más de tres años de guerra en Ucrania. Además, un alto funcionario de la Casa Blanca dijo a la cadena CNN que el secretario de Defensa, Pete Hegseth, autorizó la suspensión de suministros entre los que se incluyen misiles antiaéreos. En este sentido, el medio estadounidense Politico adelantó que la medida incluye la interrupción del envío de «misiles para los sistemas de defensa aérea Patriot, munición de artillería de precisión, Hellfire y otros misiles que Ucrania lanza desde sus cazas F-16 y drones», si bien el Gobierno de EEUU no ha precisado qué tipo de armamento está incluido en la medida.
Estados Unidos había sido desde el inicio de la invasión rusa en febrero de 2022 el principal suministrador de armamento a Kiev, pero en estos meses de legislatura de Donald Trump las cosas han cambiado. Según el último informe del Instituto Kiel, que monitorea las entregas de armamento occidental a Ucrania, Europa ya ha superado a Estados Unidos en el total de ayuda entregada. Los europeos han enviado 72.000 millones de euros en ayuda militar frente a los 65.000 millones de Estados Unidos.
A principios de marzo, tras una reunión en el Despacho Oval entre el presidente estadounidense y su homólogo ucraniano, Volodímir Zelenski, en la que se produjo una discusión en directo, la Casa Blanca anunció la suspensión de la ayuda militar a Ucrania propuesta por su predecesor, Joe Biden, y aceptada por el Congreso de EEUU. La pausa se levantó una semana después, cuando Ucrania respondió positivamente a las conversaciones sobre un acuerdo de alto el fuego con Moscú y, sobre todo, tras pactar la explotación de recursos naturales ucranianos por parte de Washington.
Moscú celebra la medida y Kiev alerta del riesgo
Esta medida llega tras haberse estancado el proceso de negociación entre Ucrania y Rusia auspiciado por el Ejecutivo de Trump. Las posiciones de ambos países sieguen muy alejadas y el propio presidente estadounidense ha reconocido sentirse frustrado por como se está desarrollando el diálogo, que hasta ahora solo ha conseguido el intercambio de prisioneros y soldados muertos.
Tras conocerse la medida, el Kremlin ha afirmado que una reducción de la entrega de armas a Ucrania «acerca el final» de la invasión. «Cuantas menos armas sean entregadas a Ucrania, más se acerca el final de la operación militar especial«, ha dicho el portavoz del Kremlin, Dimitri Peskov. «Por lo que entendemos, el motivo de la decisión es un vaciado de los almacenes, una escasez de armas en los almacenes», ha sentenciado, según ha recogido la agencia rusa de noticias TASS.
De manera opuesta ha recibido Ucrania la noticia. El Ministerio de Exteriores ucraniano ha convocado al encargado de negocios de la Embajada de Estados Unidos, John Ginkel, para advertir de que esta medida solo servirá para «alentar al agresor» a «continuar con la guerra y el terrorismo». El máximo representante de Washington en Ucrania es Ginkel porque este país no tiene embajador en Kiev desde que la anterior titular, Bridget Brink, renunciara al cargo en abril por discrepancias por la política hacia Ucrania del presidente Trump.
Por su parte, el Ministerio de Defensa de Ucrania ha aclarado en otra nota que se ha enterado de la decisión por los medios, ya que no ha recibido «ninguna notificación oficial» sobre posibles suspensiones o retrasos de los plazos de entrega de los paquetes ya acordados. Con vistas a «aclarar las circunstancias», el Ministerio de Defensa ha solicitado ya contactar con el Pentágono y ha calificado de «fundamental» que el suministro se mantenga estable y siga siendo «previsible». El departamento que dirige Andrí Sibiga destacó el impacto que tendría para Kiev el cese del envío del material de defensa aérea. Sobre todo después de este fin de semana, cuando Rusia lanzó una oleada de ataques aéreos contra territorio ucraniano. Kiev considera este material «crucial» para seguir presionando a Moscú el fortalecimiento de las capacidades defensivas de Ucrania.
En el mismo sentido se ha expresado el secretario general de la OTAN, Mark Rutte, que ha declarado en una entrevista a Fox News que a Ucrania le urge recibir «todo el apoyo posible» y ha pedido a EEUU «flexibilidad» para poder seguir suministrándole material a Kiev pese a las carencias que puedan presentar sus arsenales. «En el corto plazo, Ucrania necesita todo el apoyo posible, especialmente en materia de municiones y sistemas de defensa aérea», ha dicho Rutte.