Los ataques perpetrados esta semana por miembros del grupo armado Fuerzas Democráticas Aliadas (ADF), vinculado a Estado Islámico, contra poblaciones cristianas de la provincia de Kivu Norte, en el este de República Democrática del Congo (RDC), han dejado medio centenar de muertos . Fuentes de la sociedad civil citadas por la emisora congoleña Radio Okapi han indicado que al menos 32 personas fueron asesinadas a machetazos durante el asalto en la ciudad de Muhangi y varias aldeas cercanas, donde hay además un número indeterminado de desaparecidos . Los terroristas hablan de 41 víctimas en Makoko (situada en los alrededores de Muhangi) y otras 12 en un segundo ataque en las aldeas cercanas, según informa EP. El administrador del territorio de Lubero, el coronel Kiwewa Mitela, ha confirmado al menos diez muertos en la aldea de Makoko. Fuentes locales han informado de que entre los muertos figura un líder local que fue asesinado en la aldea de Mapanga, también en los alrededores. Al menos 23 personas han sido secuestradas por los terroristas. Esta oleada de asesinatos han provocado un gran desplazamiento de población local, principalmente cristiana, hacia otras ciudades de la zona, entre ellas Butembo, en un intento por escapar de los ataques de las ADF y buscar zonas seguras. Estado Islámico en África Central (ISCA), grupo al que las ADF juraron lealtad en 2019, ha reclamado la autoría de ambos ataques y ha dado un balance más elevado de víctimas a través de dos comunicados publicados en sus canales de propaganda y recogidos por EP. Así, ha especificado que el ataque contra Makoko se saldó con el asesinato de 41 cristianos, antes de agregar que otros once fueron secuestrados. Respecto al segundo ataque, ha dicho que se saldó con la muerte de doce cristianos y con otros doce raptados, sin que las autoridades se hayan pronunciado al respecto. El grupo surgió en los noventa en Uganda y es es pecialmente activo en el este de la República Democrática del Congo, donde ha asesinado a miles de civiles a lo largo de los años . La formación sufrió una escisión en 2019 después de que su líder jurara lealtad a ISCA, bajo cuya bandera actúa desde entonces.