Publicado: enero 16, 2025, 12:20 pm
En Damasco los estragos de 14 años de guerra civil se pueden ver en cada calle. Los viejos edificios abrigan a lo largo de la extensa ciudad los escombros de lo que antes fue una casa. A lo lejos, en lo alto de la montaña el Palacio del Pueblo corona la ciudad. Aquí, hace poco más de un mes, ciudadanos sirios y milicianos rebeldes, incluidos miembros de HTS, la organización salafista que derrocó a Bachar al Asad, entraron para saquearlo. Era el imagen visible de un cambio de régimen. Hoy, el líder de HTS, Abu Mohamad al Jolani, se ha reunido como gobernante de facto del país con el ministro de Exteriores español, José Manuel Albares, que tras una hora de encuentro ha anunciado que es «favorable a replantear que las sanciones deben levantarse», además de haber anunciado la entrega de más de 11 millones de euros para ayudar al país a nivel humanitario y político.
El jefe de la diplomacia española ha indicado que el levantamiento de esta sanciones debe ir de la mano del cumplimiento de varias líneas rojas: el respeto de los derechos de las mujeres y las minorías, tanto étnicas como religiosas, el desmantelamiento de las milicias y que los grupos armados pasen a ser parte de las Fuerzas Armadas de Siria, así como la eliminación total tanto del arsenal químico como de los laboratorios para la fabricación de captagon, una droga que usaba el régimen de Al Asad para ganar dinero.
Albares ha explicado que tanto el Gobierno español como los países europeos han decidido juzgar a las nuevas autoridades por sus hechos. Por ello, ha asegurado que «las respuestas que ha recibido dan garantías de que el camino que se quiere recorrer es precisamente el que España plantea», pero que «si cambiara ese camino que está emprendiendo la nueva Siria, se vería cuáles son las decisiones» que habría que tomar. El ministro ha incidido en que el régimen de sanciones de la UE, que requiere la unanimidad de los Veintisiete para su levantamiento, se impuso al régimen de Al Asad y por tanto «las sanciones pertenecen a otro momento». «El pueblo sirio no tiene ninguna culpa», ha incidido, al tiempo que se ha mostrado optimista de que los socios europeos terminen avalando la tesis de España.
Sobre las ayudas que se entregarán al nuevo Gobierno, Albares ha prometido un total de seis millones de euros para ayuda humanitaria, tres millones para refugiados, 1,6 millones en ayuda alimentaria y 500.000 euros para ayudar en la rendición de cuentas a través del mecanismo de la ONU para Siria creado a esos efectos. «Por fin es posible acceder a la documentación para acreditar las atrocidades del régimen de Al Asad«, ha dicho.
En este marco de la apertura de Siria y la recuperación de relaciones tras el derrocamiento de Al Asad, próximamente visitará el país una delegación de la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AECID) con el objetivo de valorar con los actores en el terreno «la situación, las prioridades y las perspectivas de cara a poder programar correctamente» la presencia de la cooperación en 2025.
Albares ha sostenido que el retorno de los refugiados a Siria debe ser voluntario y cuando se den unas condiciones dignas para su regreso con respeto a todos sus derechos. Si se produjera una vuelta masiva desde Turquía, Líbano y Jordania, las nuevas autoridades podrían verse desbordadas. En España hay actualmente 22.000 refugiados sirios y en ningún momento se han dejado de procesar las solicitudes de asilo.
El ministro ha anunciado que
Lo primero que ha hecho Albares tras aterrizar en Damasco ha sido dirigirse a la Embajada española, donde se ha procedido a izar nuevamente la bandera. Esta se arrió en 2012 cuando se retiró al entonces embajador, Julio Albi, en plena guerra civil en el país. Con ello, el Gobierno quiere dar una señal de su compromiso con el pueblo sirio.
Además, el ministro ha condecorado a varios trabajadores locales de la Embajada, que, aunque sin embajador, ha estado abierta todos estos años y con un encargado de negocios. Ahora, tras la caída del régimen de Al Assad, el Gobierno ha procedido al nombramiento de un enviado especial para Siria, Antonio González-Zavala.
