Publicado: abril 6, 2025, 12:42 pm
El astroturismo es una modalidad de turismo sostenible que combina la observación del cielo nocturno con actividades culturales, científicas y recreativas, atrayendo tanto a aficionados como a expertos en astronomía. Desde el punto de vista empresarial y tecnológico, el astroturismo en España no solo representa una oportunidad económica, sino también un compromiso con la sostenibilidad y la innovación. «Recibimos permanentemente información de la amenaza que supone para el planeta la contaminación atmosférica, la del agua, de los suelos, la acústica e incluso paisajística. Pero son pocos los que conocen los efectos devastadores de la contaminación lumínica, entendida principalmente como el resplandor de luz artificial en la noche debido al uso abusivo e inadecuado de alumbrado exterior – explica Antonia Varela, directora de la Fundación Starlight e investigadora del Instituto de Astrofísica de Canarias-. Esta contaminación está borrando las estrellas de nuestros cielos, provocando el deterioro de un legado con profundas repercusiones culturales, científicas, medioambientales y estéticas. Otras causas de esta contaminación son la sobreiluminación asociada al derroche energético y económico, el deslumbramiento y la contaminación lumínica espectral, que está relacionada con el uso de lámparas que emiten luz en rangos del espectro inútiles para iluminar nuestras calles y para nuestra seguridad, y altamente perjudicial para el medioambiente, la biodiversidad y la salud humana». La ineficiencia en iluminación provoca un exceso injustificado de consumo energético, y por tanto económico, e incrementa el nivel de gases de efecto invernadero que contribuyen al cambio climático. « El 85% de la población mundial vive bajo cielos contaminados. «Una persona que viva en el centro o en el norte de Europa debe recorrer más de mil kilómetros para ver la Vía Láctea -explica Antonia Varela-. La otra cara de la moneda es que 2.900 millones de personas no tienen acceso a la energía y unos 1.300 millones no tienen acceso a la electricidad. No existe conciencia de la relación entre la sobreiluminación y las emisiones de CO2: la cifra global asciende a 1.471 millones de toneladas de CO2 al año comparables al 18% de emisiones totales en China o 27 % en Estados Unidos». En 2007, bajo el auspicio de la Unesco y promovida por el Instituto de Astrofísica de Canarias (IAC), se celebró la primera conferencia «en defensa del cielo nocturno y el derecho a la luz de las estrellas». Este encuentro, celebrado en la isla de La Palma, inició una campaña internacional para conservar la calidad de los cielos nocturnos en pro de la biodiversidad, la economía y el derecho general a la observación de las estrellas y dio lugar a la Declaración Starlight y al nacimiento de la fundación que lleva este mismo nombre. Además de la dimensión científica y cultural, este organismo promueve la dimensión económica en torno a la contemplación e interpretación del cielo estrellado, promoviendo infraestructuras, productos y actividades en el sector del turismo sostenible. La Fundación Starlight crea y fomenta un conjunto de certificaciones que acreditan la calidad de los cielos nocturnos. Estas certificaciones están respaldadas por la Unesco, la Organización Mundial del Turismo (OMT) y la Unión Astronómica Internacional (IAU) garantizando un alcance internacional. Actualmente las modalidades de estas certificaciones son: reservas, destinos turísticos, casas y hoteles, parques estelares y estelarios, parajes, campamentos y restaurantes, entre otras posibles modalidades a estudiar en cada caso. En la actualidad existen 16 reservas Starlight, 46 destinos turísticos Starlight, una red de más de 63 alojamientos acreditados, 11 parques estelares, y más de 26 acreditaciones de otras modalidades, a lo que se suman 808 adhesiones a la Declaración de La Palma. Todo ello representa una superficie certificada de 101.943,13 km2. Junto con estas certificaciones, la Fundación desarrolla además labores de formación (monitores y guías Starlight, auditores, técnicos en alumbrado, etc.), asesoramiento y consultoría adaptadas a cada territorio. «Los entornos rurales, que normalmente son los más emprobrecidos económicamente y en riesgo de despoblación, son los que precisamente tienen mejores cielos. Y estos cielos puede convertirse en un poderoso motor de desarrollo sostenible económico local a través del turismo de estrellas o astroturismo», explica Antonia Varela. El caso de la isla de La Palma es un buen ejemplo de ello: en su punto más alto, a más de 2.400 metros sobre el nivel del mar, el Observatorio del Roque de Los Muchachos se considera uno de los mejores lugares del planeta para observar el cielo. De hecho, en 1988 La Palma fue el primer lugar del mundo en aplicar una Ley del Cielo, destinada a proteger la calidad del cielo nocturno con fines de observación astrofísica, lo que supuso un paso de gigante en esta materia. En 2007, La Palma se convertía en la primera Reserva Starlight del mundo, reconocida con la certificación de Destino Turístico Starlight en 2012. Gracias al trabajo coordinado entre instituciones y empresas, hoy existen en la isla más de 120 guías y monitores Starlight; 70 negocios que cuentan con tematización astroturística: bodegas, senderos, modalidades deportivas, casas y hoteles rurales Starlight; una red de miradores astronómicos; rutas de senderismo; centros de visitantes, etc… donde disfrutar de experiencias gastronómicas, catas de vino con estrellas, arqueoastronomía o volcanes con estrellas, como en el recién certificado Municipio Starlight de Fuencaliente de La Palma. Todo ello conlleva a ingresos anuales de unos 30 millones en astroturismo, del total de los 220 que recibe la isla, explica Varela, «pero también podríamos destacar otras cifras del impacto socio-económico de otros territorios de la Red Starlight que han visto crecer su demanda, la calidad de visitantes, la revalorización del territorio y el empoderamiento de sus comunidades locales: el Parque Astronómico del Montsec, con 32.000 visitantes anuales, con un impacto económico para el sector turístico de la zona cercano a los 3 millones de euros; o el Parque Nacional Marítimo-Terrestre de las Islas Atlánticas de Galicia que, desde que se certificaron, incrementaron un 130% la demanda en apenas 4 años. Desde 2019, la demanda en certificaciones y cursos Starlight se ha incrementado en un 300% a nivel internacional y más de un 400% si consideramos también la demanda en España, consolidando su crecimiento». Otro caso emblemático es el del complejo astronómico-turístico Entre Encinas y Estrellas, ubicado en la dehesa extremeña, y que ha conseguido dinamizar la economía local al atraer tanto a turistas como a astrónomos profesionales. José Luis Quiñones, copropietario y CEO, es ingeniero mecánico y el año pasado fue condecorado con la Cruz de Oficial de la Orden del Mérito Civil, concedida por el rey Felipe VI, que reconoce su provechosa iniciativa, compromiso personal y contribución social. Entre Encinas y Estrellas (e-EyE) fue creada en 2013 en Fregenal de la Sierra (Badajoz) y además de ofrecer servicios dedicados al turismo astronómico, alquila observatorios individuales (Hosting) a astrónomos. «En e-EyE tiene cabida todo el mundo, sea profesional o aficionado a la astronomía, turistas o familias que quieran disfrutar de un alojamiento singular y encantador o participar en actividades astronómicas -explica José Luis Quiñones-. Además, los astrónomos profesionales y amateurs pueden alquilar observatorios individuales para alojar su telescopio y trabajar con él remotamente a través de Internet. Estos espacios están concebidos con las exigencias de la más alta calidad y tecnología disponible actualmente, como si se tratara de observatorios profesionales. Tenemos alojados telescopios de todo el mundo. Hemos querido ofrecer un alto nivel de excelencia en equipos e infraestructuras astronómicas, basadas en una larga experiencia previa en robotización de Observatorios. Hemos desarrollado el concepto de Hosting bajo la premisa de que e-EyE sea un lugar de referencia mundial, de hecho ya es el mayor de Europa. Y es que Extremadura aúna unas características excepcionales para disfrutar de la astronomía. Un clima moderado durante todo el año, con una pluviometría muy baja y concentrada en otoño y primavera, lo que favorece una cantidad inusual de noches despejadas para disfrutar el Universo. Se pueden llegar a tener al menos de 250 a 280 noches despejadas al año. La dehesa, al ser un bosque mediterráneo, aunque no muy denso, sí que es extenso, y favorece que las partículas en suspensión y aerosoles sea baja. Los vientos son suaves y no perturbados por grandes montañas que crearían flujos de viento fuertes. Extremadura ha sabido integrar la dehesa con la actividad económica». Según un estudio realizado por la Fundación Starlight, el viajero moderno busca experiencias auténticas, educativas y conectadas con la naturaleza. Los millennials y la Generación Z, en particular, muestran un creciente interés por el astroturismo, atraídos por la posibilidad de desconectar del mundo digital y reconectar con el cosmos. Los astroturistas suelen ser personas con un alto nivel educativo, interés por la ciencia y la astronomía, y una conciencia ambiental pronunciada. Este perfil de viajero está dispuesto a invertir en experiencias de calidad que ofrezcan un valor añadido, como tours guiados por astrónomos profesionales, acceso a telescopios de última generación y estancias en alojamientos certificados. La buena salud y el espectacular crecimiento de esta actividad ha llevado al reciente nacimiento de la Asociación Nacional de Empresas de Astroturismo (Aneea). Esta asociación se dio a conocer en la pasada edición de FITUR 2025. Con una treintena de socios fundadores, Aneea nace para aglutinar a empresas y profesionales del sector bajo una visión común: fomentar el turismo de estrellas como herramienta de divulgación científica, cultural y de desarrollo rural sostenible. Rubén Romero, vicepresidente de Aneea y representante de Orión Madrid Astroturismo, destaca la necesidad de «trabajar a través de la pasión por el firmamento, algo que une a estas empresas y que las vincula con el deseo de darlo a conocer a través de la divulgación. En la unión está la fuerza y tenemos que conseguir que el nuestro sea un sector potente», remarca Romero.