En aquellas madrugadas de la NBA, el locutor Andrés Montes solía referirse al jugador Horry como «ese extraño elemento llamado Robert Horry». Y es que este era, sin duda, un jugador difícil de clasificar: sin gozar nunca de un papel de estrella, acabó consiguiendo la asombrosa cifra de siete anillos de la NBA con tres equipos distintos. Una proeza al alcance de muy pocos. Compartió vestuario con algunas leyendas recordadas: Olajuwon, Kobe, Shaq, Duncan. Y siempre les hizo ganar, protagonizando varios momentos decisivos. Pero lo hizo sin abandonar nunca ese rol extrañamente secundario. No era un jugador de titulares, sino de títulos. Rodrygo tiene mucho de «ese extraño elemento». Es un jugador bastante peculiar, raro, complicado de catalogar. Que puede… Ver Más