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«Es un infierno lo que vivimos»: barrio de Maracaibo festeja regreso de cuatro venezolanos repatriados desde el Cecot

Publicado: julio 23, 2025, 10:00 am

«Es un infierno lo que vivimos», dijo Mervin a la prensa enseguida que entró a la casa de su madre, Mercedes, secándose sus lágrimas y el sudor que corría por su rostro bajo un sol bravísimo, con su hija de seis años en sus brazos | Foto: Cortesía BBC Mundo

 

Los Pescadores, en Maracaibo, estado Zulia, dejó de ser en un santiamén aquel barrio desconsolado desde marzo porque cuatro de sus muchachos habían sido deportados de Estados Unidos a El Salvador.

Este martes 22 de julio de 2025, a las 4.15 de la tarde, sus veredas se colmaron de algarabía y fiesta al recibirlos de vuelta.

«Volver a casa», la canción de Cáceres que se ha convertido en himno del emigrante venezolano que retorna a su país, sonaba a todo volumen cuando Mervin Yamarte, de 29 años, Edwar Herrera (23), Andy Perozo (30) y Ringo Rincón (39), llegaron a su barriada.

Resonaban también las cornetas de una caravana de motos que los escoltó desde un comando militar cercano, donde habían parado tras haber viajado en bus desde Caracas durante más de 15 horas. Sus cabezas, así como las de una multitud de familiares y vecinos, quedaron cubiertas de espuma blanca.

«Es un infierno lo que vivimos», dijo Mervin a la prensa enseguida que entró a la casa de su madre, Mercedes, secándose sus lágrimas y el sudor que corría por su rostro bajo un sol bravísimo, con su hija de seis años en sus brazos.

Mervin y sus amigos, así como varias docenas de venezolanos, estuvieron encarcelados más de cuatro meses en la cárcel de máxima seguridad de El Salvador, el Cccot, tras haber sido deportados por Estados Unidos, en marzo.

Los cuatro fueron arrestados en Texas por presuntos delitos migratorios y por haber sido perfilados como supuestos miembros de la peligrosa banda delincuencial venezolana el Tren de Aragua (TDA).

Empleado de una fábrica de tortillas en Texas al momento de su detención, Mervin agradeció a Dios y a Maduro por sus diligencias diplomáticas. No perdió tiempo para denunciar abusos físicos y psicológicos en el Cecot.

«Nos decían que el que entraba no salía. El director (del Cecot) nos dijo que no íbamos a comer más nunca carne. Todo lo que sufrimos es cierto», apuntó, detenido frente a una decoración de globos del tricolor nacional.

 

Barrio Los Pescadores en Maracaibo, estado Zulia | Foto cortesía BBC Mundo

 

Aseguró que sus custodios los obligaban a comer con las manos y en el piso, «como animales», que los golpeaban «a cada ratico», que les negaban los enseres para asearse y que hasta el personal de salud llegó a maltratarlos.

Andy Perozo, ya en casa de sus padres Wilfredo y Erkia, a dos cuadras del festejo inicial de bienvenida en Los Pescadores, dice haber recibido un perdigonazo cerca de su ojo izquierdo y múltiples abusos físicos.

«El día a día era golpes», señaló sobre sus muchas semanas preso en el Cecot, recién iniciada su plática con la prensa tras una ducha rápida.

Perozo acusó a sus custodios de quererle «borrar» uno de sus tatuajes en los servicios médicos del Cecot, incluso mientras estaba esposado. «Estaba arrodillado. Me daban patadas en el pecho y se me subían en las esposas. Tuve una semana completa» así, mientras sanaba aquella herida, denunció.

 

Andy Perozo dice haber recibido un perdigonazo cerca de su ojo izquierdo y múltiples abusos físicos | Foto cortesía BBC Mundo

 

Reclamó que las autoridades de la cárcel salvadoreña los alimentaban y vestían bien en las vísperas de alguna visita de delegados de la Cruz Roja, también para presuntamente «tomar fotos» que beneficiaran la imagen del Cecot.

Contó que los venezolanos se amotinaron dos veces al constatar que habían atacado gravemente a algunos de ellos. Culpó por la mayoría de los abusos que denunció a un guardia de apellido Zambrano, que apodaron «Satán».

Al hablar de sus hijos, Perozo vuelve a sonreír. Los abraza para posar para una foto grupal. «Ni los conozco, ¡están muy grandes!», bromeó, riendo, al fin. ¿Sus planes futuros en Venezuela? «No salir más del país y trabajar».

Nota completa en BBC Mundo

 

 

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