El acuerdo de cese de hostilidades en Líbano es frágil, pero se respeta. Desde el primer minuto en el que callaron las armas, los libaneses regresaron en masa al sur del país y, allí donde los daños son reparables, se han puesto a trabajar sin esperar a la ayuda de un gobierno desbordado por la cantidad de frentes abiertos. La ciudad de Nabatieh es el corazón comercial del sur del país e Israel ha convertido su zoco, de la era mameluca, y casco histórico, con más de 800 años de historia, en una zona cero. «Aquí no hay armas, ni milicianos, esto ha sido un golpe a la economía de los libaneses, para que no levantemos cabeza en mucho tiempo»,… Ver Más