La guerra entre Elena Tablada y Javier Ungría no tiene visos de terminar pronto. Ungría, que estuvo casado con Tablada seis años, estuvo en el programa ¡De Viernes!, la semana pasada, en respuesta a unas declaraciones que su exmujer había hecho anteriormente, siempre relacionadas con su hija Ella, la que tuvo con el cantante David Bisbal.
Por ordenar el cruce de declaraciones, la cosa fue así: Elena habló hace semanas en el programa Me quedo contigo, de MtMad, donde llegó a comentar que la relación de su ex con su hija mayor no era buena y que esa fue la razón de su separación: sentir el rechazo que la niña sufría por parte de su marido, especialmente tras el nacimiento de su otra hija, Camila.
Ungría recogió el guante y dijo en ¡De Viernes!: «Ella tenía el miedo de que la niña se quisiese ir a vivir con su padre (David Bisbal), entonces no quería un ambiente que no fuese constantemente alegre. A mí me gustan los modales y las directrices y Elena para eso es más flexible».
Ahora ella ha reaccionado, visiblemente molesta, y le reta a un cara a cara para aclarar la verdad. «No lo he visto (a Ungría), pero es muy valiente, sabiendo la verdad, decir todo lo que ha dicho».
«Me parece poca decencia sentarte a hablar de una hija que ni siquiera es tuya», decía frente a los micrófonos de Europa Press. «Me encantaría sentarme con él, a ver si puedo. Eso sería un gran sueño para mí, poder quitar ya las caretas y frenar esto de una vez» ha subrayado.
Y replicaba a su exmarido: «Para poner normas en casa hay que estar en casa. Pero bueno, si tengo la oportunidad de sentarme con Javier, que me encantaría hacerlo, ya todo se verá porque no hay nada más claro en la vida que tener pruebas».
Y terminó su parlamento: «De todas maneras, he aprendido con los años que hay que darle la importancia a las cosas que tienen y Javier desde luego no tiene ninguna importancia».