Faltaban apenas unos metros para cruzar la meta, y ya acariciaba el bronce olímpico, cuando a la atleta Elena Congost se le soltó la cuerda que le unía a su guía mientras trataba de evitar que se cayera. Fue descalificada. Tras la rabia inicial confiesa: «He recibido cientos de mensajes que me dicen que he perdido una medalla, pero que he ganado la de la humanidad». Esta es su historia. Leer