Publicado: diciembre 16, 2025, 7:30 pm
«No es ningún juego, es un tema muy serio», advirtió el tiktoker Álvaro Patón, conocido en redes como el profe de TikTok, al inicio de su último vídeo en la plataforma antes de describir con todo lujo de detalles la terrorífica experiencia que le tocó vivir hace unos días durante su viaje a Brasil después de que lo amenazaran en público con un arma de fuego.
Para respaldar su testimonio, el influencer andaluz presentó a Sebas, uno de los amigos que estuvieron presentes durante el incidente, el cual, según explicó, se produjo cerca de las 12 de la mañana durante su visita guiada por una favela, un tipo de asentamiento informal y de bajos recursos que crece en torno a las grandes ciudades de Brasil.
Desde el principio, el guía advirtió a su grupo sobre los posibles riesgos del recorrido e indicó una serie de normas para garantizar su seguridad, entre ellas que «había zonas donde no se podía grabar». No obstante, en el caso de Patón, levantó la prohibición por su faceta como creador de contenido y convenció al «capo» para que le dejara usar su cámara.
Al llegar a una de las zonas más conflictivas, el influencer escuchó a alguien insistirle en que dejara de grabar, a lo que, acatando el mensaje, apagó de inmediato el móvil, que quedó en su mano. «No estaba grabando, pero si eres alguien de la favela y no entiendes de tecnología, cuando ves un móvil en la mano puede dar lugar a confusión», explicaba.
En este contexto, un hombre que dirigía un puesto ambulante de sustancias ilícitas se levantó de su asiento y, exhibiendo la metralleta que portaba, se acercó enfurecido al amigo de Patón, ordenándoles que dejaran de grabar. «De hecho, me tocó con la metralleta en la pierna y me pegué un buen susto», confesó Sebas.
Álvaro, que se situaba delante de él en el grupo, se giró al percatarse de la situación y, entonces, observó cómo el hombre, al que describe como muy corpulento, le indicó con el dedo que se acercara a él. «Iba cagado, y eso es algo que no puedes hacer porque da la sensación de que ocultas algo», comentó el tiktoker en su vídeo.
En una escena que aún le pone «los vellos de punta», el hombre le arrebató el móvil para comprobar que no hubiera imágenes de la zona y, usando al guía como intermediario, deslizaba el dedo por la galería mientras le pedía que le enseñara a su vez las que hubiese podido eliminar. «Tenía mi móvil en una mano y la metralleta, en la otra», apuntó el joven.
Afortunadamente, el conflicto se resolvió sin mayores complicaciones al verificar que no había grabado nada en aquella zona, aunque, eso sí, en adelante, la totalidad del grupo permaneció en silencio, aún en shock. Y es que Patón, que reconoce que «nunca había visto un arma tan de cerca», confiesa que lo pasó «bastante mal» temiendo por su integridad física.
Sin embargo, y aunque aconseja a su audiencia que guardan sus teléfonos en este tipo de zonas donde «la gente tiene mucha accesibilidad a armas», el creador de contenido señala que, por lo general, Brasil es un país seguro para viajar. «Pero necesitáis ir con gente local para que os vaya advirtiendo de los posibles problemas», concluyó.
