Publicado: noviembre 10, 2025, 11:30 am
El Tribunal Supremo de Estados Unidos ha rechazado este lunes admitir el caso que podría haber revertido el histórico fallo que legalizó el matrimonio homosexual en el país en 2015.
El alto tribunal ha descartado la apelación de la exfuncionaria del registro civil de Kentucky Kim Davis, quien se negó a emitir licencias de matrimonio de personas del mismo sexo citando sus creencias religiosas, cuando este se convirtió en un derecho constitucional.
El pasado viernes, el Supremo se reunió a puerta cerrada para debatir si abrir este caso o no. Este lunes ha anunciado que se denegaba la petición en una orden sin firmar y sin dar ninguna explicación sobre la decisión, como suele ocurrir.
El 26 de junio de 2015, durante el mandato de Barack Obama, el Supremo emitió un fallo histórico, conocido como «Obergefell contra Hodges», que legalizó el matrimonio igualitario en todo el país, alegando que la Enmienda 14 de la Constitución estipula que todos los ciudadanos deben recibir igualdad de protección ante la ley. Ese fallo obligó a los 13 estados que en ese momento todavía prohibían el matrimonio homosexual —entre ellos Kentucky— a permitir ese tipo de uniones.
Tras un largo recorrido judicial en contra de esa medida, la apelación de Davis intentó llevarla al Supremo argumentando que la Primera Enmienda, que consagra la libertad religiosa y de expresión, la exime de reconocer el matrimonio homosexual.
Al menos nueve estados gobernados por republicanos han impulsado iniciativas para revertir el fallo del Supremo sobre el matrimonio igualitario a nivel federal. A finales del mes de octubre, una orden del Supremo en Texas dictaminó que los jueces que «se abstengan públicamente de celebrar un matrimonio» debido a una «creencia religiosa sincera» no estarían violando las leyes del estado.
No obstante, una ley federal aprobada en 2022, durante el mandato de Joe Biden, garantiza el reconocimiento de todos los matrimonios, incluidos los de personas del mismo sexo y los interraciales, y prohíbe que cualquier estado los desconozca.
