Publicado: diciembre 15, 2025, 7:30 am
Louis Ducruet, hijo de Estefanía de Mónaco y sobrino del príncipe Alberto, se vio envuelto en un altercado en un partido de fútbol por el que ha terminado en los tribunales.
El hijo mayor de la princesa Estefanía, de 33 años, fue víctima de una agresión durante el partido de Champions que jugaron el AS Monaco y el Galatasaray en el Estadio Luis II, y que terminó con la victoria del club monegasco por 1-0.
Tres días después del encuentro, Louis y un amigo que también fue agredido, se presentaron ante la justicia como demandantes .
Dos aficionados del club turco han sido condenados a dos meses de prisión con suspensión de la pena, además de tres años de prohibición de entrada en el territorio monegasco y el pago de 1.000 euros a cada una de las víctimas.
El presidente del tribunal penal, Florestan Bellinzona, reconstruyó los hechos. «Durante el partido, en las gradas, se produjeron altercados verbales y una discusión semifísica, del tipo hombro con hombro. Una vez finalizado el encuentro, cuando los amigos de Louis Ducruet se dirigían a los baños, un agresor habría dicho algo en turco que uno de ellos interpretó como agresivo, y fue entonces cuando comenzó la pelea«.
Las versiones de lo ocurrido difirieron durante el juicio, en parte debido a la ausencia de imágenes de videovigilancia que permitieran confirmar con exactitud el origen del enfrentamiento. Un voluntario de la Cruz Roja monegasca fue testigo del altercado y aportó más información sobre este caso en el que las pruebas médicas resultaron determinantes: Louis Ducruet y sus amigos presentaban lesiones en varias partes del cuerpo.
Los hechos se produjeron en el palco VIP del estadio Louis-II, una zona que aquella noche se encontraba mayoritariamente ocupada por seguidores del club turco. Ante el tribunal, el sobrino de Alberto de Mónaco relató haber intentado evitar que la situación se agravara y aseguró que actuó para proteger a uno de sus amigos. «Recibí golpes en la cara, en el torso y en los brazos. Tuve miedo por mi vida«, declaró. La intervención de la seguridad y de otros aficionados fue clave para frenar los golpes.
Había un tercer acompañante que, sin embargo, ha decidido no personarse como acusación particular «por temor a represalias», según ha revelado la prensa local. Los agresores, padre e hijo,
