Publicado: octubre 12, 2025, 12:20 am
El sector de la fotografía ha enfrentado grandes desafíos en las últimas décadas. Con la aparición de las cámaras digitales y posteriormente con el desarrollo de las cámaras de los teléfonos móviles , el mercado de las películas fotográficas parecía tener los días contados. En el 2000 eran millones de carretes los que se vendían por todo el mundo y en menos de diez años el negocio prácticamente desapareció y con él muchas empresas. Precisamente en España, en la década de los 2000, se alcanzaron cifras récord en la venta de carretes, llegando a comercializar 40 millones en un solo año. Pero algo está cambiando. Recientemente el gran público ha ido descubriendo la belleza del analógico y los carretes vuelven a venderse. Aunque parece que habrá que esperar un tiempo para saber si se trata de una tendencia que se consolida o si es solo una moda. «En los últimos 25 años marcados por la digitalización, el mercado de la fotografía ha experimentado distintos picos y valles en la venta de nuestros productos y equipos. Destaca un repunte fuerte y al alza de cámaras digitales y un descenso en caída libre de los carretes de películas de color en la década del 2000 al 2010», explica Eduardo López, director de Imaging y Recording Media de Fujifilm España. Esta situación representó ventas de cámaras digitales por un valor de 700 millones de euros en España entre 2000 y 2005. «Con el paso del Covid, las cámaras se estabilizan con una cifra de ventas superior a los 100 millones de euros en estos momentos en todo el mercado español y la fotografía instantánea de la mano de instax™ sigue en subida imparable hasta los 100 millones de unidades acumuladas (a nivel mundial) en 2024», añade López. Actualmente para Fujifilm España la facturación de cámaras digitales, cámaras instantáneas, impresión fotográfica y carretes supera los 40 millones de euros. La firma observa una tendencia clara en el ecosistema fotográfico a la que llaman ‘back to the photography origins’, la vuelta al origen de la fotografía , debido al placer de los usuarios «de experimentar y disfrutar el arte de hacer fotos, de imprimir los instantes capturados y de revivir la sorpresa que supone revelar un carrete y mirar el resultado de las fotos». La empresa japonesa que nació en 1934 trabajó durante muchos años para adelantarse a los cambios que se avecinaban, pero reconocen que fue demasiado rápido. En su caso, supieron abrir el negocio a otros campos sin que eso supusiese dejar de lado a la fotografía. Si bien es cierto que el peso del revelado tradicional sigue siendo pequeño en el mercado español y en Fujifilm, aproximadamente un 3% del total de la impresión fotográfica, hay «una tendencia ascendente de más de un 15% anual», avanza el director de Imaging y Recording Media de Fujifilm España. Indica además que el mercado nacional de la impresión fotográfica está creciendo entre un 2-3% anualmente gracias al revelado, copias tradicionales, foto álbumes digitales y productos fotográficos personalizados. Desde Fujifilm recuerda que la tecnología del carrete sigue siendo prácticamente la misma que hace 20 años puesto que se trata de película tradicional fotosensible basada en el haluro de plata. «Sin embargo, el papel fotográfico fotoquímico o la inyección de tinta están en constante evolución , desarrollándose materiales más sostenibles, con menor impacto en nuestros bosques , con mejoras en cuanto a la reproducción del color y la definición, pero sobre todo respecto a la durabilidad, siendo el papel fotoquímico uno de los papeles que mayor durabilidad ofrecen haciendo que nuestras fotografías permanezcan lo más inalterables posibles al paso de los años», cuenta Eduardo López. El laboratorio Carmencita Film Lab abrió en 2013 y hasta 2018 el crecimiento fue principalmente en el sector profesional . Desde 2020 hasta la actualidad, el mayor vector de crecimiento ha sido con el público amateur o aficionado «que por ende ha retroalimentado a las marcas a comunicar usando fotografía analógica también para conectar con ese publico más joven», explica Albert Roig Collell, fundador de este proyecto. Entre sus clientes están sobre todo los jóvenes. De 20 a 35 años si hablamos del público amateur y de 30 a 45 años si nos referimos a los profesionales, «bastante igualado entre mujeres y hombres». El objetivo de este laboratorio «siempre ha sido ayudar y animar a toda aquella persona que se adentre en el mundo del analógico a que descubra su potencial y no deje nunca de disparar. Creemos en el valor a largo plazo y que, si nos va bien a todos, nos irá bien a nosotros también», subraya el fundador. Hoy en día están procesando unos 110.000 carretes al año , unos 400 carretes al día entre sus laboratorios de Valencia, Lisboa, Barcelona y Madrid. Cuentan con un equipo de 38 personas en España y 11 personas en Portugal que trabajan de manera conjunta a través de plataformas propias de ERP/CRM que han desarrollado para estar a la altura del siglo XXI. A la hora de hablar de innovación en los carretes, Roig indica que se trata de una innovación limitada porque «siempre ha ido principalmente ligada de la mano de Kodak ya que es el ‘único’ fabricante real de película a color (con +90% del mercado)». Resalta el hecho de que en 2012 hubo una actualización grande en tipos de película y durante la última década se han introducido algunas nuevas, pero «lo más significante ha sido el incremento de precios (casi doblando el precio de 2012 a la actualidad) y hemos tenido algunas emulsiones nuevas como Gold 120, PMax3200». El fundador de Carmencita Film Lab habla también del fabricante Ilford, que está intentando hacer cosas en color con Phoenix, pero «está a 20 años de desventaja de la tecnología que tiene Kodak para hacer película de color», indica. A nivel de química «hay poca innovación, pero se va reformulando para tener más en cuenta el medio ambiente en la medida de lo posible», puntualiza. En lo que a las técnicas de revelado se refiere, recuerda que «estamos parados en el tiempo, ya que es una receta química que no cambia con el tiempo y el standard en su día ya era de los más altos». Dado que se llegó a esos niveles tan altos de calidad, «muchos fotógrafos profesionales siguen disparando en película hoy en día», añade. Precisamente este mes Kodak ha dado a conocer el lanzamiento de dos películas negativas en color, KODACOLOR 100 y KODACOLOR 200, en rollos de formato 135, para satisfacer la creciente demanda de película. Según indica la propia compañía, «por primera vez en más de una década, Kodak venderá estas películas directamente a los distribuidores , con el fin de aumentar la oferta y contribuir a una mayor estabilidad en un mercado donde los precios han fluctuado». En el comunicado aclaran además que estas películas son submarcas de películas Kodak existentes y ofrecen la misma alta calidad. De momento estarán disponibles en tiendas físicas y online en EE.UU. y Canadá. Para Juan Felipe Obreo, director general B2C Canon Iberia, la fotografía analógica vive un momento de interés puntual, especialmente en círculos nostálgicos o artísticos. «Es una expresión válida, romántica incluso, pero no representa una tendencia de largo recorrido ni una solución práctica para los creadores de contenido de hoy. Es más una estética que una herramienta real de producción», resalta. Cree que en España en determinados nichos culturales o urbanos, sí ha habido un repunte de interés, sobre todo entre jóvenes que buscan experimentar con lo retro. «Pero es una práctica limitada, más ligada a experiencias personales o formativas, que responde más a una tendencia estética y experiencial que a una demanda de mercado sólida», puntualiza. En términos comerciales, resalta que la mayor parte del sector fotográfico sigue orientada hacia lo digital , que concentra la inversión, la innovación tecnológica y la demanda profesional. Así, aunque la fotografía analógica mantiene un pequeño nicho con cierto valor simbólico o artístico, no supone un cambio relevante en las dinámicas del mercado fotográfico en España. La actividad de Canon se centró en la fabricación de cámaras y ópticas, no en la producción de carretes fotográficos. Actualmente «apostamos por sistemas digitales que permiten a los usuarios crear con agilidad, calidad y versatilidad. Lo analógico no permite eso. El futuro de la imagen es digital, inteligente y conectado», explica el director general B2C Canon Iberia. En el caso de las cámaras digitales, «nuestro Sistema EOS R, ópticas RF y cámaras de cine EOS Cinema están pensados para creadores que demandan calidad, velocidad, conectividad y compatibilidad con flujos de trabajo híbridos», subraya. Además, apuestan por tecnologías que amplían los límites de la creatividad tanto en fotografía como en vídeo, tales como autofocus con inteligencia artificial, grabación 8K, transmisión en vivo, entre otras. Desde Canon recuerdan que, aunque hay un interés cultural por lo analógico en muchas ciudades europeas, el crecimiento sostenido del mercado fotográfico viene del contenido digital. «Desde creadores en Berlín hasta agencias en París o productoras en Ámsterdam, todos trabajan en digital. La imagen profesional hoy se produce, edita, distribuye y consume digitalmente», resalta Obreo. Esperan que el mercado analógico siga siendo un nicho limitado pero estable, impulsado por jóvenes, coleccionistas y aficionados al estilo retro.