Publicado: octubre 10, 2025, 12:30 am
El joven rockero de 81 años Miguel Ríos, sesenta y cinco de carrera, vuelve estos días a subirse al escenario para iniciar una nueva gira que le llevará los próximos meses a recorrer gran parte de nuestra geografía.
No es el único que no hace caso a la fecha que pone el carnet de identidad. Mick Jagger, Ringo Starr, Paul McCartney, Raphael, Serrat y Sabina, año arriba año abajo, también son de su misma quinta y les hemos visto desafiar el paso del tiempo y llenar aforos sin miedo a posibles comparaciones entre lo que son y lo que fueron. No a todos los ha tratado igual el paso de los años, pero siguen triunfando hoy como entonces con el aplauso de sus incondicionales.
Conserva Miguel Ríos el ánimo y las hechuras que se trajo en la mochila de su Granada natal como equipaje para comerse el mundo, cuando descubrió el rock en una tienda de discos en la que trabajaba como dependiente, escuchando a Elvis Presley en un inglés que no entendía ni conocía.
Ahora estrena su último trabajo discográfico En la rampa de salida, esa que dice aguarda ya a los de su generación, donde propone no hablar de achaques, porque eso es una vulgaridad, y lo que toca es aprovechar y celebrar la vida.
«Hay que ser feliz, aunque estemos regular» es el estribillo de la pegadiza canción que abre el álbum y anima a levantarse de la silla y exprimir la vida. Él predica con el ejemplo. El nombre que ha dado a su gira es El último vals, solo un título, queda mucho baile por delante.