Publicado: noviembre 13, 2025, 6:30 am
El Rey Felipe VI ha cerrado su visita de Estado a China junto a la Reina Letizia reivindicando una vez más la importancia de mantener una relación estrecha y un «diálogo fructífero» con Pekín, si bien ha puntualizado que con ello España no renuncia en ningún caso a su defensa de valores como la democracia y los Derechos Humanos.
No ha sido hasta el último acto de los tres días que ha durado la visita de Estado, cuando el monarca ha hecho mención a uno de los temas más delicados en la relación con el gigante asiático, el del respeto de los Derechos Humanos, al menos públicamente. Desde el Gobierno sostienen que en los contactos que se mantienen asiduamente con el Gobierno chino se abordan siempre todos los asuntos de interés, incluido este, y recuerdan que la UE mantiene un diálogo específico en esta materia.
«China es hoy un actor clave en la escena internacional, con enormes desafíos y transformaciones en curso», ha vuelto a incidir Felipe VI ante la colectividad española, en línea con el mensaje que trasladó la víspera en sus encuentros con el presidente chino, Xi Jinping, con el primer ministro, Li Qiang, y el presidente del Congreso Nacional Popular, Zhao Leji.
«España mantiene con ella un diálogo fructífero, europeo y propio a la vez», ha añadido el monarca, para puntualizar: «Seguiremos defendiendo nuestros valores –los de la democracia, el Derecho Internacional, los Derechos Humanos y la cooperación multilateral– desde la confianza firme en quiénes somos como nación, una España moderna, solidaria, creativa, abierta y comprometida con los grandes desafíos de nuestro tiempo».
«Satisfechos» con el viaje
El Rey ha asegurado que se marchan «satisfechos con el desarrollo de este primer viaje de Estado», que arrancó en Chengdú el martes, y que «ha sido especialmente intenso». «Nuestra visita representa la renovación de una voluntad compartida: la de seguir construyendo una relación pragmática basada en el diálogo, el respeto y beneficio mutuos, la amistad y una cooperación amplia y ambiciosa», ha resumido.
«España está cada vez más presente en China, donde se la conoce mejor y se la valora como un socio constructivo y fiable» y ese reconocimiento, les ha dicho a los presentes en el acto, es resultado también de la contribución que hacen los más de 5.200 españoles que residen en el país, «una comunidad diversa y activa que contribuye, desde muy distintos ámbitos, a estrechar los lazos entre nuestros países».
Por ello, ha querido trasladar su reconocimiento y el de la Reina por su contribución a la proyección de España con las conexiones que cada día personas como ellos en todo el mundo establecen «en el ámbito empresarial, científico, educativo, cultural e institucional«. «España os valora y se siente orgullosa de vosotros», ha recalcado.
«Vuestra labor refleja una España que sabe adaptarse sin perder su identidad; que sabe colaborar sin renunciar a sus valores; que tiende la mano sin dejar de alzar la voz cuando es necesario. Una España orgullosa, sí, pero también capaz de escuchar, de aprender y de aportar», ha resumido el Rey.
Consejo empresarial
Felipe VI ha iniciado la jornada con un desayuno con el Consejo Asesor Empresarial España-China, organizado por CEOE, el Ministerio de Economía, Comercio y Empresa y la Cámara de Comercio de España, en colaboración con el Ministerio de Comercio de la República Popular China y la Asociación Internacional de Contratistas de China (CHINCA), y que busca servir de instrumento para promover la colaboración empresarial bilateral y ayudar a la integración entre las empresas de ambos países y su cooperación en terceros mercados.
Durante el mismo, el monarca ha vuelto a defender la necesidad de «previsibilidad» para las empresas españolas y de seguridad jurídica. «La competencia leal, el respeto de los derechos de propiedad intelectual e industrial, y la reciprocidad en el acceso a los mercados son condiciones necesarias para garantizar la competencia justa» y todo ello, ha añadido, «pasa por garantizar a las empresas un trato equilibrado y basado en reglas».
Para que las empresas españolas puedan llevar «a buen puerto» sus iniciativas y contribuir al crecimiento y desarrollo de China «demandan entornos estables», ha añadido, reclamando hacer «todo lo posible para crear y mantener ese necesario nivel de confianza«. Por último, Felipe VI ha reclamado que «los beneficios del comercio deben alcanzar a toda la población, para lo que es esencial orientar los esfuerzos hacia la inserción en las cadenas de suministro locales, la creación de empleos de alto valor añadido garantizando una efectiva transferencia de conocimientos y la creación o ampliación de capacidad”.
