Publicado: marzo 6, 2025, 12:30 am
Dos no discuten si uno no quiere. Pero el problema está en cuando uno lo quiere tanto y con tanta vehemencia… y encima se sienta en el sillón más importante del mundo, en una casa que es blanca en su exterior, pero que está en guerra permanente por dentro. De momento, Zelenski ya ha tenido que bajar la cabeza tras el humillante café del viernes, y aun así Estados Unidos le mantiene cortada tanto la ayuda militar como la información de inteligencia. Como a Trump le da para varias peleas, también tiene en el otro lado del ring a la UE, amenazada con nuevos aranceles. Pero la respuesta no podrá ser siempre agachar la cabeza ante el que quiere pelear. Aunque para ello haya que desautorizar al refranero.
