Publicado: agosto 17, 2025, 2:00 am
La ducha perfecta, en la que podamos quedar limpios sin llegar a dañar la piel, debe durar unos 5 minutos, aunque en España es habitual tardar un poco más. Este es precisamente el tiempo que tardan las manos y los pies en comenzar a arrugarse, algo que se nota mucho más cuando nos damos un largo baño en la playa o la piscina.
A lo largo del tiempo se pensó que esto sucedía porque la piel absorbía el agua haciendo que la epidermis se extendiera de manera irregular. Sin embargo, ahora se sabe que esto no es así, que se trata de una respuesta automática del cuerpo que puede servir en algunos casos para comprobar si existe un problema de salud concreto.
Por qué los dedos se arrugan en remojo
Esto es algo que podemos apreciar desde que somos niños, de hecho a menudo es la excusa que encuentran los padres para convencer a los más pequeños de que han pasado ya suficiente tiempo en remojo. Los dedos se han arrugado, lo que quiere decir que es un buen momento para salir de la piscina y secarse un poco.
En realidad, como bien saben los padres, no se trata de un aviso de que llevamos demasiado tiempo en el agua, tampoco se produce porque la piel de las manos haya absorbido el líquido en el que nos encontramos. Se trata de una respuesta evolutiva que nuestro cuerpo ha desarrollado como forma de supervivencia, tal y como explica a través de sus redes sociales el farmacéutico Álvaro Fernández.
«Cuando se te arrugan los dedos en el agua no es porque la piel ‘beba’ agua como una esponja», confirma el profesional, dejando atrás esta teoría anticuada. «En realidad, es tu sistema nervioso simpático el que, sin que te enteres, provoca una vasoconstricción en los dedos. Es decir, los vasos sanguíneos se cierran, la piel ‘se encoge’ y por eso aparecen las arrugas».
Estas arrugas tienen un motivo para aparecer, «Se cree que es un fenómeno que se produce para mejorar el agarre en superficies mojadas o resbaladizas. Igual que las suelas de los zapatos, que tienen dibujos para drenar el agua, agarrar mejor y que no te caigas, nuestros dedos arrugados en superficies húmedas funcionan mejor». Que nuestros dedos se arruguen al pasar un poco de tiempo en remojo es muestra de un buen funcionamiento del sistema nervioso, «De hecho, si alguien tiene dañados esos nervios, sus dedos no se arrugan aunque estén horas en remojo… por eso se usa a veces como prueba médica».
De hecho, esto fue clave para poder entender que estas arrugas se producían por una respuesta del sistema nervioso, cuando se pudo comprobar que pacientes con lesiones en el nervio mediano no tenían esa respuesta, los dedos no se arrugaban o lo hacían de una forma muy leve. Durante los años 70 se usó este método para evaluar daños del sistema nervioso simpático.
El sistema nervioso simpático y sus funciones
El sistema nervioso simpático es el responsable de las respuestas rápidas y automáticas ante situaciones de estrés o peligro, y junto con el sistema nervioso parasimpático mantiene el cuerpo en equilibrio.
Este sistema se encarga de regular la frecuencia cardiaca y la respiratoria, aumentándola cuando es necesario para que llegue más oxígeno y nutrientes a los músculos, también eleva la presión arterial, se encarga de la dilatación de las pupilas, la contracción de los músculos ante una acción física, también la sudoración, que regula la temperatura corporal. Provoca la constricción de los vasos sanguíneos y disminuye la producción de los jugos gástricos.
Si los dedos no se arrugan tras pasar tiempo en el agua, puede ser porque exista un daño en el sistema nervioso simpático. Esto también puede verse en pacientes con patologías del sistema nervioso, como Alzheimer, demencias o Párkinson.
Referencias
National Library of Medicine. (s. f.-b). Trastornos del sistema nervioso autónomo. https://medlineplus.gov/spanish/autonomicnervoussystemdisorders.html
Coon, E. (2023, 13 julio). Generalidades sobre el sistema nervioso autónomo. Manual MSD Versión Para Profesionales. https://www.msdmanuals.com/es/professional/trastornos-neurol%C3%B3gicos/sistema-nervioso-aut%C3%B3nomo/generalidades-sobre-el-sistema-nervioso-aut%C3%B3nomo