Publicado: julio 11, 2025, 7:30 pm
En un nuevo capítulo de la alianza con Rusia, el régimen de Nicolás Maduro parece decidido a convertir la isla de Margarita en una especie de enclave foráneo. La ministra de Turismo, Leticia Gómez, anunció con bombos y platillos que, a partir del 8 de agosto, llegarán 450 turistas rusos cada semana a Nueva Esparta, gracias a la reactivación de vuelos chárter desde Moscú.
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Este movimiento, presentado como un impulso al turismo, levanta sospechas sobre las verdaderas intenciones del chavismo en la Perla del Caribe.
Gómez, en un alarde de entusiasmo en su cuenta de Instagram, detalló que los visitantes rusos disfrutarán de paquetes turísticos “full day” en Caracas, La Guaira y Canaima, mientras que entre el 15% y el 20% de ellos recorrerán Valencia, en Carabobo, y las playas de Morrocoy, en Falcón.
“Esta iniciativa forma parte de las políticas de impulso al turismo nacional, enmarcadas dentro del Motor Turismo”, afirmó la ministra, sin explicar cómo estos planes benefician realmente a los venezolanos que luchan por sobrevivir en medio de la crisis.
El anuncio no es más que una cortina de humo para encubrir la creciente influencia rusa en Venezuela. Mientras los ciudadanos de Nueva Esparta enfrentan fallas eléctricas, escasez de agua y un colapso económico, el chavismo prioriza recibir a turistas extranjeros en lugar de atender las necesidades urgentes de la población local. La llegada masiva de rusos, en un contexto de opacidad, alimenta las sospechas de que Margarita podría convertirse en un punto estratégico para intereses foráneos.
