El gobernante Partido Liberal Democrático (PLD) ha sido el más votado en las elecciones legislativas celebradas este domingo en Japón, pero ha obtenido el peor resultado de los últimos 15 años y deberá lograr el apoyo de su aliado tradicional, Nuevo Komeito, y de un tercer partido si aspira a seguir en el poder.
En concreto, con tres escaños aún por decidir, el PLD del primer ministro Shigeru Ishiba logra 191 de los 465 puestos en juego en la Cámara de Representantes o Shugiin, la Cámara Baja del Parlamento japonés, mientras que Nuevo Komeito se queda en 24 representantes, por lo que la suma queda lejos de los 233 escaños que necesitarían para controlar sin problemas la cámara baja del Parlamento nacional. Antes de las elecciones, el PLD tenía 247 escaños y Nuevo Komeito, 32.
En la oposición, el Partido Constitucional Democrático (PCD) obtiene 146 representantes, seguido de Iniciativas desde Japón (38), el Partido Democrático para el Pueblo (27), el Partido Comunista de Japón (8), Reiwa Shinsengumi (9), el Partido de Hazlo Tú Mismo (3), el Partido Socialdemócrata (3) y el Partido Conservador de Japón (1).
Sobre los datos de participación y a falta de cifras definitivas, el Ministerio del Interior y Comunicaciones ha estimado una asistencia del 29,01% hasta las 18.00 de la tarde, hora local, dos puntos más baja que las elecciones de 2021 para entonces. «La situación es muy difícil», ha declarado Ishiba. Al ser interrogado si intentar seguir en el cargo, ha respondido con un contundente «así es».
Un tercer socio de coalición
En cuanto a la pregunta sobre si intentará captar al Partido Democrático para el Pueblo o a Iniciativas de Japón, Ishiba ha respondido un «no lo sé». «La prioridad es ver en qué políticas podemos colaborar. Hay varias formas de hacerlo, ya sea con una coalición o con colaboración desde fuera del Gobierno», ha indicado en declaraciones recogidas por el diario ‘Mainichi Shimbun’.
También podrían tener un peso importante los doce políticos expulsados del PLD por financiación irregular, que han concurrido como independientes y han logrado escaño. El propio Ishiba ha apuntado que no ha decidido todavía si contará con ellos. «Durante la campaña electoral ha habido voces en contra de acogerlos. Hay que estudiar si es algo que la gente aprobaría», ha explicado, según recoge The Japan Times.
Mientras, el líder del PCD, Yoshihiko Noda, ha explicado que planteará ante la ejecutiva de la formación este mismo lunes la posibilidad de alcanzar acuerdos de gobierno. «Es una situación en la que debemos competir por el cargo de primer ministro. Es lo natural», ha relatado en declaraciones a Fuji TV. «Soy de la opinión que es inaceptable que siga el gobierno PLD-Komeito y me gustaría abrir un diálogo si existen puntos en común para impulsar una reforma política profunda», ha añadido.
Escándalo de enriquecimiento ilegal
El PLD acudía a estos comicios en un momento de mínimos históricos de popularidad, en particular por un reciente escándalo de enriquecimiento ilegal a costa de las contribuciones de sus simpatizantes e Ishiba asumió precisamente el control del partido el mes pasado como una forma de romper con el escándalo que terminó costando el cargo a su predecesor, Fumio Kishida.
Ishiba ha reconocido este mismo domingo que el partido ha sido incapaz de «disipar la ira generada por la cuestión de los fondos» y no ha descartado por ahora la posibilidad de negociar con otros partidos una posible mayoría a sabiendas de que el líder del PCD, Yoshihiko Noda, ya ha avisado que hará todo lo posible para construir su propia mayoría si la coalición de gobierno actual se derrumba.