Publicado: febrero 20, 2025, 1:40 am
Las setas comestibles, en sus múltiples variedades en España, son un producto en muchos casos extraordinariamente apreciado, y consumido sobre todo en los meses de frío. A la experiencia de recolectarlas en el bosque, se suma después el momento de su limpieza que, aunque muchos piensen que será más rápida y efectiva bajo el grifo de agua, parece que los expertos no lo recomiendan.
Para este alimento tan exquisito (unos más que otros, dependiendo de la variedad) el nutricionista Pablo Ojeda recomienda no lavarlo en ningún caso con agua, puesto que podemos romperlo, y al cocinarlas el proceso va a ser mucho menos natural, pierde su textura y su sabor original. Entonces, si no las lavamos… ¿cómo debemos echar las setas a la sartén?
Así debemos limpiar las setas antes de consumirlas
Como hemos comentado, Pablo Ojeda y otros expertos tienen la clave para sacarle todo el partido a nuestras setas, conservando sus propiedades y sacándole sus matices organolépticos, que son los que las hacen un producto gastronómico especial, al tiempo que saludable.
Por un lado, el famoso nutricionista explicó en el programa ‘Más vale tarde’ que cualquier tipo de seta, desde los boletus, hasta los níscalos, pasando por las trompetas de la muerte o los champiñones, debe limpiarse mejor con un trapo limpio que vaya eliminando la suciedad, o bien con un cepillado suave con el mismo fin. La paciencia, en este caso, es básica para lograr el objetivo.
En palabras de Ojeda, «no debemos meter las setas bajo el grifo de agua para lavarlas. Este producto de otoño suele ser muy poroso y, si las metemos debajo del chorro de agua van a absorberla y después, al cocinarlas, no van a quedar bien, pierden mucho sabor y se cocinan mal«. Así pues, el agua podría dar al traste con un producto gourmet como este.
¿Cuántas setas es saludable comer?
El nutricionista recomienda el consumo de setas, sin duda, pero advierte de que, además de evitar que absorban agua, hay que eliminar la suciedad externa para deshacernos de las bacterias y la contaminación posterior que pueden acarrear. También comentó que son un alimento interesante bajo en calorías, pero que tiene una salvedad.
¿A qué excepción se refirió el experto en nutrición? Pues a que «las setas, efectivamente, son bajas en calorías, aunque a nuestro organismo le cuesta bastante asimilarlas, no son precisamente digestivas. Por este motivo, las personas con un estómago delicado y digestiones pesadas deberían reducir su consumo en la cena, porque por la noche pueden molestar un poquito más de la cuenta si comemos demasiadas».
En cuanto a la manera de cocinarlas, una vez limpiadas con un trapo suavemente o un cepillo, Ojeda recomendó un revuelto con huevo, al tiempo que quiso desmontar el mito del consumo este producto tan versátil. «La gente siempre ha tenido respeto a las yemas de los huevos, muy demonizadas, cuando resulta que es ahí donde se encuentran la mayoría de vitaminas, y también las grasas saludables«.