Publicado: mayo 1, 2025, 6:00 pm

Hailand Pernía, tatuador de una de las ciudades más grandes del occidente de Venezuela, comenzó a advertir a sus clientes en marzo que tuvieran en cuenta que ciertas imágenes tatuadas en la piel podrían ser un problema si planeaban viajar a Estados Unidos pronto.
Por: El Nuevo Herald
Trenes, estrellas, leones, lobos, la silueta de una volcada de Michael Jordan, rifles AK-47 e incluso rosas —el diseño favorito de Pernía— se encuentran ahora entre los tatuajes que despiertan sospechas, ya que las autoridades migratorias estadounidenses los utilizan para identificar a presuntos miembros de la temida pandilla Tren de Aragua.
Nunca en sus seis años en el negocio, afirma Pernía, de 37 años, había tenido que dar una advertencia así a sus clientes, pero su estudio de tatuajes necesitaba actuar con responsabilidad, afirma, ante las noticias que detallaban la detención y deportación de cientos de venezolanos en Estados Unidos, muchos de ellos tatuados y acusados de ser pandilleros violentos.
Ha comprendido el estigma durante años: él mismo suele ocultar sus numerosos tatuajes a su abuela, quien los asocia con personas violentas y criminales.
“El tabú está volviendo. Estamos retrocediendo”, lamenta Pernía sobre la controversia en Estados Unidos, sentado cerca de su negocio en un centro comercial al norte de Maracaibo, donde cobra entre 20 y 70 dólares por tatuaje.
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