Publicado: junio 8, 2025, 2:00 am
Con la llegada del calor y la proximidad de las vacaciones, en España apremian las prisas por perder esos kilos de más que hemos ido acumulando durante el invierno. Adelgazar no es tarea fácil nunca porque requiere un sacrificio, un plan de ataque con ejercicios, hábitos nutricionales concretos y constancia.
Aunque cuesta ‘arrancar’, ¿qué pasaría si te dijéramos que el verano es la mejor época del año para adelgazar? No lo decimos nosotros, sino los entrenadores, que esgrimen en la revista Parade varios motivos por los que el calor y un aumento de la luz solar podrían influir positivamente en la pérdida de peso.
El buen tiempo y las oportunidades para movernos
La entrenadora personal y dietista titulada Tanvi Dalal comparte que una razón por la que es más fácil bajar de peso con clima cálido es que los días son más largos. «Esto significa que hay más oportunidades para moverse, ya sea una caminata matutina, un paseo en bicicleta por la tarde o una sesión de ejercicio en el parque», afirma.
A este respecto, otra experta, la instructora deportiva en Life Time Emma Graves añade que «si bien la cantidad de horas del día no cambia solo por tener más luz solar, esta incentiva mentalmente a las personas a hacer más ejercicio. Con más horas de luz solar, nuestros cerebros tienden a sentir que ‘todavía tenemos tiempo’ en el día, ya sea para hacer ejercicio, socializar o disfrutar del ocio».
El sol nos proporciona mayor energía
«Si has notado que tienes más energía ahora que durante los meses de invierno, no es tu imaginación; existe una razón científicamente comprobada por la que las personas tienen más energía durante los meses más cálidos. La exposición a la luz solar favorece la producción de vitamina D, que se ha relacionado con un mejor metabolismo y niveles de energía», afirma Dalal.
Graves añade que «exponerse a la luz solar por la mañana, por ejemplo caminando al aire libre, ayuda a regular el ritmo circadiano. Cuando el ritmo circadiano se mantiene, es más fácil dormir bien por la noche, lo que a su vez facilita tener la energía y la motivación para entrenar al día siguiente». Es un ciclo beneficioso que se retroalimenta.
La importancia de socializar
Con el buen tiempo es más fácil tener un compañero de actividad. Ir a entrenar en cualquiera de sus modalidades, en la que nos encontremos más cómodos, puede resultar mucho más motivador si lo hacemos en compañía. Las personas, según la ciencia, son mucho más sociables en los meses más cálidos, lo que facilita encontrar a un amigo para que sea nuestro compañero responsable de entrenamiento.
“Las temperaturas más cálidas fomentan más actividades sociales y al aire libre, lo que reduce el sedentarismo”, afirma Dalal. Graves afirma que esta también es la época perfecta del año para buscar clases de fitness al aire libre en parques locales o clubes de corredores, que suelen ser gratuitas y ofrecen una excelente oportunidad para socializar.
Los ‘antojos’ suelen ser alimentos más saludables
Durante los meses de invierno, la mayoría de las personas anhelan comidas sustanciosas que les proporcionen más calorías con las que combatir las bajas temperaturas y entrar en calor; ¡cuanto más queso o más carbohidratos, mejor! Pero una vez que el clima mejora, ambas expertas afirman que los antojos tienden a cambiar de forma natural.
“A medida que suben las temperaturas, nuestros cuerpos buscan alimentos más ligeros y bajos en calorías, lo que ayuda a mantener un déficit calórico. La digestión genera calor, por lo que en verano, nuestros cuerpos suprimen ligeramente el apetito para mantenernos frescos. Este cambio también puede influir en nuestros antojos, ya que preferimos bebidas frías, frutas y ensaladas, que son más fáciles de digerir. Ambos cambios pueden favorecer la pérdida de peso”, afirma Graves.
