Publicado: abril 18, 2025, 12:30 am
El madridismo está que arde. Si hay algo que no pasa por alto la afición blanca es ver caer sin alma y sin orgullo a su equipo en la Champions, la competición que le ha hecho ser el mejor equipo del mundo. Eso sucedió en la noche del miércoles ante el Arsenal , un partido que mostró todos los defectos que han castigado al Madrid esta temporada. El entrenador no ha logrado que su equipo juegue un buen fútbol y no ha logrado encajar a las cuatro piezas de arriba. Los jugadores han mostrado en demasiadas ocasiones una falta de compromiso alarmante y una falta de solidaridad impropia de un equipo que quiere ganar todos los títulos. Y la dirección deportiva, encabezada por José Ángel Sánchez , más la presidencia de Florentino han subestimado la marcha de Kroos, Nacho y Joselu, y tampoco han tapado los agujeros que provocaron las graves lesiones de Carvajal y Militao, allá por noviembre. Hay un reparto de responsabilidades que, como ocurre en todos los grandes equipos, lo va a pagar el entrenador, pero el rendimiento de los jugadores no se puede esconder en un cajón con telarañas. La llegada de Mbappé a un equipo que acababa de ganar la Liga y Champions parecía la guinda para una era de absoluto dominio nacional e internacional del Madrid, y justo ha sido lo contrario. El equipo no mezcla ni con Coca-Cola, los cuatro de arriba han reñido más que han goleado, los jugadores del centro del campo (excepto Ceballos) no generan fútbol y atrás el nivel de los defensas, salvo la irrupción de Asencio, ha sido muy decepcionante. En este escenario, el madridismo pide una revolución en la plantilla, pero ese no es el estilo de Florentino. José Ángel y el mandatario normalizaron lo que sucedió la pasada temporada: ganar Liga y Champions pese a sufrir tres graves lesiones como las de Courtois, Militao y Alaba . El componente de riesgo era muy elevado y la moneda salió cara, pero podía haber salido perfectamente cruz, como ha sucedido este año. Ni en verano ni en invierno se atendieron las peticiones de Ancelotti y las carencias son evidentes. El Madrid pasó de Kroos a Valverde como generador de fútbol. O de Carvajal a Lucas como lateral derecho. Y, como estas, varias decisiones más que poco han ayudado a Ancelotti. Ahora vienen días y semanas de reflexión en las que se ejecutará el plan deportivo de la próxima temporada. En la carpeta de bajas, Vázquez y Vallejo, dos de los tres jugadores que acaban contrato, saldrán. En el caso de Modric, aún no hay fumata blanca. Nadie en el club asegura otro año más de la leyenda croata. Alaba termina contrato en 2026 y ahora mismo tiene intención de cumplirlo, pero si se quiere ir no se le pondrán pegas. Otro que se puede marchar es Rudiger , tentado por los millones de Arabia. Fran García también genera dudas y en el centro del campo y el ataque, la venta de una estrella no está descartada. El club no tiene intención de deshacerse de Rodrygo y, tampoco, de Vinicius, pero si alguno de los dos llega con un ofertón, algo que no es descabellado, el Madrid estudiaría detenidamente la propuesta. La marcha de cualquiera de los dos abriría la puerta a un ‘9’, con Haaland como sueño húmedo del madridismo. Atrás se fichará a Alexander-Arnold y a un central, que podría ser Huijsen, a la vez que se está trabajando con Saliba para que no renueve y salga gratis del Arsenal en el verano de 2026. También se mira un lateral izquierdo, que ya no será Davies, y un futbolista que supla a Kroos, una vez demostrado que fue un error no buscar a alguien de su perfil para esta temporada. Zubimendi y Mac Allister son seguidos muy de cerca. Vitinha es una quimera y Kimmich no parece encajar por la edad. Habrá cambios en la plantilla, pero no una revolución.