Publicado: noviembre 27, 2025, 6:30 pm
Se cumple un año de la entrada en vigor de un acuerdo de alto el fuego en LÃbano , que se suponÃa debÃa poner fin a las hostilidades entre Israel y Hizbolá . Doce meses después, esto no ha ocurrido y los israelÃes amenazan con una escalada militar porque acusan a la milicia pro iranà de aprovechar todo este tiempo para rearmarse. Los israelÃes conmemoraron el aniversario con duros bombardeos en la región sureña de Iqlim Al Tuffah que, según el Ejército, alcanzaron «varios lugares de lanzamiento de cohetes donde se almacenaban armas de Hizbolá». Fueron los primeros ataques tras el asesinato el domingo en Beirut de Haytham Ali Tabatabai , número dos del Partido de Dios. La milicia chià clamó venganza, pero no tiene la capacidad de responder al enemigo, no lo ha hecho en todo el año. Pese a tener un acuerdo, los ataques de Israel son diarios. Benjamin Netanyahu impone el alto el fuego con más fuego y su ministro de Defensa, Israel Katz, insiste en que «no habrá calma en Beirut ni estabilidad en el LÃbano mientras no se garantice la seguridad del Estado de Israel». Para ello, además de los ataques, los israelÃes mantienen cinco bases dentro de territorio libanés y construyen un muro que se extiende más allá de la LÃnea Azul, que delimita la frontera, y se ha apoderado de 4.000 metros cuadrados de terreno del paÃs vecino, según Unifil (Fuerza Provisional de las Naciones Unidas en el LÃbano). Netanyahu acusa a Hizbolá de incumplir el acuerdo porque no entrega las armas, el Partido de Dios responde que no lo hace porque el enemigo sigue ocupando LÃbano y tiene el derecho legÃtimo a defenderse ante la ocupación. UNIFIL ha documentado 7.500 violaciones israelÃes del espacio aéreo libanés y más de 2.500 violaciones terrestres en un año de alto el fuego, con 331 libaneses muertos y 945 heridos por fuego de Israel, según datos de la sanidad libanesa. Hizbolá ha dejado de ser la súper milicia al servicio de Irán que todo lo controlaba en LÃbano. Israel asesinó a todos sus grandes lÃderes en 2024, incluido su secretario general Hasán Nasrala , y la caÃda de Bashar Al Assad provocó la pérdida de Siria como paÃs desde el que obtener armas y dinero enviadas desde la república islámica. Todo el sur del LÃbano, bastión de Hizbolá, está arrasado por los bombardeos y hay decenas de miles de personas desplazadas que no pueden regresar a localidades que son pura ruina. Tras la guerra de 2006, el Partido de Dios pagó la reconstrucción de los lugares bombardeados, ahora exige al gobierno libanés que lo haga porque no tiene fondos suficientes. Pese a la pérdida de fuerza, Hizbolá mantiene un discurso desafiante y se niega a aceptar el desarme. El primer ministro Nawaf Salam criticó esta actitud y recordó que «las armas no protegieron ni a sus lÃderes ni al pueblo libanés y sus propiedades; prueba de ello son las decenas de aldeas arrasadas. ¿Son esas armas hoy capaces de repeler las agresiones israelÃes en curso?» Una pregunta que tiene una respuesta clara: no. El Gobierno libanés acató en verano la orden de Estados Unidos de desarmar a Hizbolá y «para fin de año debemos terminar la primera fase del plan y desarmar a Hizbolá al sur del rÃo Litani. Mientras tanto, al norte del Litani, las armas no deben usarse ni moverse. En las próximas fases, el desarme se extenderá a todo LÃbano», explicó Salam, aunque los israelÃes siguen el proceso con escepticismo. El primer ministro libanés lamentó que la milicia chià «sabe que las cosas han cambiado en la región, pero aún asà sigue intentando resistir». La situación en LÃbano es un ejemplo del nuevo Oriente Próximo posterior al ataque de Hamás del 7 de octubre en el que el alcance de Israel es omnipresente. Irán ha perdido a su «eje de la resistencia» y, desde la guerra de junio lanzada por Netanyahu, está más preocupado por su seguridad interna que por sus aliados en la región. Los israelÃes imponen su ley por la fuerza e implementan en LÃbano un modelo que en el último mes han trasladado a Gaza, un modelo de alto el fuego con fuego.
