Publicado: octubre 6, 2025, 9:30 am
El maquillaje de Meghan Markle en el desfile de Balenciaga es el ejemplo perfecto de cómo lograr esa apariencia «sin maquillaje» exige más precisión que cualquier smoky eye o labio rojo. Su piel luminosa, cejas pulidas y labios nude no son fruto del azar, sino de una estrategia bien ejecutada: capas finísimas, texturas invisibles y una rutina que busca potenciar, no en vez de cubrir, lo que ya hay. El nuevo lujo es parecer descansada, Leer