Publicado: marzo 5, 2025, 2:00 am
Son muchos los factores que pueden ayudar a la persona enferma a recuperarse más allá del siempre necesario tratamiento médico y apoyo profesional. Porque si bien es cierto que son muchas las situaciones de las que sería impensable recuperarse sin la ayuda de lo mucho que la ciencia ha avanzado, también es verdad que con una buena red de seguridad las cosas son más accesibles. En España el sistema de sanidad se encarga de intentar cubrir la primera parte, pero la segunda depende normalmente del paciente y de su entorno.
Poder tener la tranquilidad necesaria para dedicarse a uno mismo o disponer de la seguridad que da saber que lo primero es la salud y que se está en disposición de recuperarse por completo antes de tener que afrontar otros quehaceres es un privilegio que no todo el mundo tiene, pero que ayuda mucho ante una enfermedad. Contar con el apoyo que se necesite en cada momento, alguien que pueda ayudarnos en las cuestiones más banales, desde hacer la compra a compartir una tarde de risas. Porque a pesar de que en muchas ocasiones lo decimos con la intención de ayudar a la otra persona, lo cierto es que se ha demostrado que el amor el clave, tanto para sanar heridas emocionales como para ayudarnos a recuperarnos de las físicas, tal y como explica el doctor Mario Alonso Puig.
La importancia del amor en las recuperaciones físicas
Esto es algo sobre lo que el médico y conferenciante ha querido reflexionar, la importancia que el amor tiene en nuestras vidas y no solo en el plano emocional, también en el físico, porque tal y como explica el doctor Mario Alonso Puig, existen diferentes estudios que confirman el poder curativo del afecto y el cariño durante la enfermedad. “Está comprobadísimo que el amor tiene una capacidad de sanar, pero no solo de sanar a nivel de heridas emocionales, sino sanar a nivel físico”.
“Cuando alguien se ve rodeado de personas a las que le importas, se ve como los telómeros, que son los protectores de la longevidad, se alargan, es decir, se alarga la vida”, asegura el especialista, haciendo hincapié en la importancia del amor de los seres queridos para una vida más larga, pero también invita a reflexionar sobre ese afecto que recibimos de otras personas con las que no tenemos ese vínculo afectivo previo, poniendo como ejemplo a pacientes con cáncer. “Cuando están siendo tratadas por oncólogos cercanos, amables, comprensivos… su nivel de dolor baja y se sabe que baja porque se liberan péptidos, hormonas internas, que son opiáceos y que reducen el dolor”.
Unas aseveraciones que confirman algo que siempre suele decirse, pero que en ocasiones no es sencillo de creer porque pone el foco en mostrar lo mejor de uno mismo a los demás, respondiendo con afecto. Defiende la importancia de “recuperar un sentido humanista de la vida y tratarnos con afecto unos a otros”.
El amor y sus beneficios para la salud
Un entorno afectivo ayuda a mejorar la respuesta ante tratamientos de enfermedades como el cáncer, la diabetes o las cardiopatías, ayudan a reducir los niveles de ansiedad, estrés y depresión, que también son conocidos como factores psicológicos del riesgo. En el caso de las enfermedades cardiovasculares, el Dr. Miguel Ángel García Fernández, señala en la Fundación española del Corazón que “para prevenir enfermedades cardiovasculares, además de controlar la tensión, los niveles de colesterol, realizar ejercicio y seguir una dieta saludable, hemos de favorecer la presencia de sentimientos positivos, reforzando nuestros lazos afectivos con nuestro entorno”.
El amor y las relaciones afectivas crean vínculos que ayudan a reducir el estrés, porque al sentirnos amados producimos menos cortisol (hormona del estrés), esta conexión emocional también está relacionada con un sistema inmune más fuerte. Además, proporciona un sentido de pertenencia y conexión fundamental para el bienestar emocional. En definitiva, el amor influye en nuestra salud física, mental y emocional, por lo que fomentar las relaciones familiares, amistosas o sentimentales puede ayudarnos a estar más sanos, o por lo menos a recuperarnos mejor.
Referencias
Esch T, Stefano GB. Love promotes health. Neuro Endocrinol Lett. 2005 Jun;26(3):264-7. https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/15990734/