Publicado: junio 22, 2025, 9:30 am
Una pareja de británicos que iba a viajar desde el aeropuerto desde Birmingham hasta Palma de Mallorca se quedó sin viaje debido al dilema que les planteó la compañía aérea Ryanair: o viajaban por separado o debían enfrentarse a una multa de casi 120 euros.
Tal y como recoge el Mirror, Scott McCormick y su pareja, Helena Boshwick, ambos de 33 años, decidieron tomar un vuelo hacia las Baleares el pasado 1 de mayo. Habían cogido asientos separados y cuando estaban a punto de embarcar, un miembro del personal de Ryanair se acercó y les pidió que se apartaran mientras el resto de los pasajeros subía a bordo.
El empleado les dijo después que el vuelo estaba lleno y que solo quedaba un asiento. La pareja se enfrentó entonces a una decisión: o Helena tomaba sola el primer vuelo y dejaba que Scott cogiera uno posterior, o renunciaba a su asiento para acompañarlo.
La chica decidió quedarse con su novio, pero entonces descubrió que tendría que pagar otra vez. Cuando la pareja regresó al mostrador de facturación, les dijeron que todavía tenían que pagar el billete de Helena, aunque no lo usaran, y aunque no les habían reembolsado el dinero del billete de Scott.
La pareja alegó que tuvieron que desembolsar 100 libras (116 euros) adicionales por un nuevo billete y esperar cuatro horas para el siguiente vuelo a Palma. La pareja está indignada y se siente discriminada por ser una pareja joven sin hijos.
El Mirror habló con un portavoz de Ryanair, que explicó: «Este vuelo de Birmingham a Palma de Mallorca (1 de mayo) no tenía overbooking; estaba programado para operar en un (Boeing) 737-8200 (197 asientos), pero por razones operativas tuvo que cambiarse a un 737-800 (189 asientos). Como resultado, un pasajero no pudo viajar en este vuelo y fue reacomodado en el siguiente vuelo disponible a Palma de Mallorca».
«A la acompañante del señor McCormick no se le denegó el embarque, pero decidió no embarcar y viajar en este vuelo de Birmingham a Palma de Mallorca, y se le exigió el pago de una tarifa por pérdida de salida (100 libras —116 euros—) para reservar un asiento en el siguiente vuelo disponible. El día del viaje (1 de mayo), se le notificó por correo electrónico que tenía derecho a reclamar los gastos justificados razonables; sin embargo, aún no ha presentado ningún justificante de gastos a Ryanair», dice el portavoz.
Después de contar su experiencia en las redes sociales, algunos usuarios creen que Scott y Helena se vieron perjudicados porque no habían reservado asientos, una opción por la que Ryanair cobra un suplemento.
«Después de varias idas y venidas, dijimos que no íbamos a tomar vuelos separados ni a estar en países distintos durante horas. Dijimos que queríamos subir juntos al siguiente vuelo. Nos dijeron: ‘Podéis hacerlo, os reembolsaremos el importe total de ambos billetes y os pondremos en el siguiente vuelo gratis», dice Scott McCormick al Mirror.
Una práctica común entre las aerolíneas es recurrir al overbooking, sabiendo que no todos los pasajeros se presentarán. En situaciones de overbooking excesivo, en las que los pasajeros se enfrentan a la denegación de embarque o son desembarcados, la aerolínea suele solicitar voluntarios.
Sin embargo, si no los hay, cada aerolínea sigue su política específica para decidir a quién denegar el embarque. Si viajas solo, no llevas equipaje, pagaste un billete más barato o fuiste el último en facturar, tus probabilidades de que seas el elegido suelen aumentar. Las aerolíneas deben pagar una compensación si te expulsan de un vuelo con overbooking.
