Publicado: septiembre 29, 2025, 9:30 am
El presidente del Consejo Europeo, Antonio Costa ha respaldado la vía de aumentar la inversión en defensa «de forma masiva», como están haciendo los socios de la UE, si es que Europa quiere ser libre, autónoma, influyente y que su voz se escuche.
Un alegato que ha hecho Costa durante el discurso que ha pronunciado al recibir el premio Fórum Europa en una ceremonia que ha presidido Felipe VI en el Teatro Real y donde también ha remarcado que Estados Unidos, el mayor aliado de Europa hasta la fecha, «está cambiando y mucho y está tratando de cambiar el orden mundial que surgió de las ruinas de la II Guerra Mundial».
La UE, ha dicho Costas, «es hija de ese tiempo» y tiene en su ADN «la cooperación, el diálogo y el multilateralismo» y entre sus principios, la democracia, la igualdad, los derechos humanos, y un sistema comercial justo y predecible. «Y no vamos a renunciar a ello», ha advertido. Costas ha dicho que en este nuevo mundo «más peligroso y más áspero», hay que defender el modelo europeo: «cuando nuestros aliados nos inspiran menos confianza y nuestros adversarios incrementan sus amenazas, tenemos que ser capaces de valernos por nosotros mismos».
Si queremos ser libres y autónomos, no podemos depender militarmente de otras potencias»
«Si queremos ser libres y autónomos, no podemos depender militarmente de otras potencias» y si Europa quiere ser influyente y que se le escuche, por ejemplo en Oriente Medio, «no va a ser suficiente con enarbolar grandes principios, emitir comunicados o «blandir nuestro poder económico».
«El poder blando por sí sólo», ha afirmado el presidente del Consejo Europeo, «no basta en un mundo, donde, cada vez más prevalece el poder duro». Costa, que ha puesto en valor el pasado común y compartido de España y Portugal a raíz de que ambos países conquistaran la democracia, ha señalado que la UE es ahora el proyecto de ambos como el de otros 25 socios y el de quienes merecidamente aspiran a sumarse a la Unión.
EEUU, un aliado «indispensable»
También ha hablado de los «problemas y decepciones», a veces frustración, que puede generar la Unión, pero ante esto, ha llamado a hacerse dos grandes preguntas: la primera, si por separado, sin el mercado único o sin la libertad de movimientos, Europa podría tener mayor capacidad de negociar con EE UU o ser «un aliado indispensable» de Ucrania contra la guerra de agresión de Rusia.
Por separado, se ha preguntado también, si la UE podría tener más influencia para detener «la inaceptable barbarie en Gaza«. «No, no lo haríamos mejor por separado», ha respondido a su primera pregunta, dando paso a una segunda cuestión sobre cómo mejorar el proyecto europeo».
Y su respuesta ha sido que Europa debe avanzar, transformarse y atreverse para mirar más allá y para conseguirlo debe, a su juicio, guiarse por tres grandes principios: «unidad, solidaridad e imaginación». En la ceremonia, ha sido el exjefe de la diplomacia europea, Josep Borrell, quien ha presentado al galardonado, destacando su carisma y subrayando que su voz, como presidente del Consejo Europeo, «tiene que resonar fuerte» en este momento en el que los europeos se recrean «un poco» en sus debilidades en lugar de hacerlo en sus fortalezas.
Unas «fortalezas», ha asegurado, que deben ser utilizadas «como palanca» para seguir avanzando, «como tú, Antonio, has hecho en los cargos que has ocupado», desde primer ministro de Portugal pasando por alcalde de Lisboa o ministros en varios gobiernos de su país. La presidenta del Parlamento Europeo, Roberta Metsola, ha intervenido también en la ceremonia por videoconferencia, recalcando que nadie como Antonio Costa «ejemplifica» el espíritu europeo.