Publicado: marzo 6, 2025, 6:30 pm
De acuerdo con Banco de México los activos del sistema financiero crecieron 10.2% anual en términos reales a septiembre de 2024, el mayor incremento desde 2020.
Esta alza en el valor de los activos, aun a pesar de un modesto crecimiento de solo 2.2% real anual de la banca comercial, estuvo influida de modo relevante por el crecimiento de 21.2% real anual del valor de los activos de los fondos de inversión. Así, hacia el final de 2024 los activos de este sector representaron alrededor del 12.0% del PIB, lo que los ubica como la tercer institución de mayor peso, detrás de la banca comercial y las SIEFORES.
La tasa de crecimiento anual del valor de mercado de los activos de este sector se aceleró en los últimos dos años a niveles de 17% promedio mensual nominal, después de promediar 6.8% entre 2014 y 2022. Esta aceleración ha estado influida por los ciclos monetarios en México y Estados Unidos tras los cambios en los patrones de ahorro y consumo derivados de la pandemia.
En el caso de los fondos de inversión de deuda, cuyos activos a valor de mercado representaron alrededor del 74% de los activos totales del sector en diciembre de 2024, las tasas de interés reales en terreno positivo a partir de la segunda parte de 2022 significaron un incentivo favorable. Esto, dado que pudieron haber motivado a que buena parte del ahorro precautorio acumulado durante la pandemia comenzara a invertirse en activos con rendimiento positivo.
De hecho, es a partir de septiembre de 2022 que la tasa de crecimiento anual de este tipo de fondos alcanza el doble dígito y toca su máximo (26.7%) tres meses después de que la tasa real de interés se ubicará en su punto más elevado de 6.7%.
Cabe señalar que alrededor del 37% del valor de la cartera de los fondos de inversión de deuda está en instrumentos con tasa variable, proporción que prácticamente se duplicó desde finales de 2018.
En lo que respecta a los fondos de inversión de renta variable, su comportamiento ha estado influido por la proporción de sus activos invertidos en instrumentos de instituciones del exterior, que en varios casos siguen de forma pasiva el comportamiento de los índices accionarios extranjeros (“trackers”). De hecho, esta proporción pasó del 35% al 57% del total del valor de mercado de sus activos entre diciembre de 2018 y el mismo mes de 2024.
Los datos sugieren que esta forma de asignar los activos se ha reflejado en una relevante correlación con el ciclo monetario en Estados Unidos Tras registrar tasas de crecimiento de doble dígito después del anuncio de la vacuna contra el Covid (noviembre 2020), estas se mantuvieron encima del 20% anual hasta febrero de 2022, un mes antes de que la Reserva Federal (FED) iniciara con su más reciente ciclo de alzas de la tasa de fondos federales.
Posteriormente, las tasas de crecimiento anual del valor de los activos fueron negativas hasta septiembre de 2023, dos meses después de la última alza de la FED. Para febrero de 2024, cuando los mercados descontaban hasta cuatro recortes de 25 puntos base en 12 meses, la tasa de crecimiento superó el 20% para después acelerarse nuevamente al final del año con la elección estadounidense.
Así, el ciclo monetario tanto en México como en Estados Unidos, tras las distorsiones generadas por la pandemia en los distintos mercados, parece haber influido de modo más marcado que en ciclos anteriores sobre el valor de los activos de los fondos de inversión en México.
*Iván Martínez Urquijo es economista principal de BBVA México.