Publicado: abril 28, 2025, 11:00 pm
Cara redonda, ojos grandes, nariz de botón y una irresistible expresión casi infantil. A través de la crianza intensiva, los humanos han impulsado la evolución de algunos perros y gatos para que tengan cráneos y caras ‘aplastadas’ muy similares, de forma que un carlino o un pequinés se parecen más a un gato persa que a la mayorÃa de los miembros de sus propias especies o a sus ancestros. Según investigadores de las universidades estadounidenses de Cornell y Washington, es la primera vez que se observa en especies domesticadas el fenómeno de la convergencia, la tendencia de animales y plantas no relacionadas entre sà a desarrollar caracterÃsticas similares en condiciones ambientales similares. Cuando ocurre mediante la selección natural, como en… Ver Más